Segunda República y Segundo Imperio: Política exterior.

La Segunda República y el Segundo Imperio francés tuvieron diferentes enfoques de política exterior.

Durante la Segunda República, que duró desde 1848 hasta 1852, Francia se encontraba en un período de inestabilidad política y social. El gobierno republicano, liderado por Louis-Napoléon Bonaparte, se centró principalmente en la consolidación del poder en el país y la restauración de la estabilidad interna. La política exterior de la Segunda República se vio influenciada por estos factores internos.

En términos generales, la Segunda República mantuvo una política exterior relativamente pacífica y no intervencionista. Francia buscó evitar conflictos militares directos y se centró en garantizar y fortalecer las relaciones diplomáticas con otros países. Durante este período, Francia firmó tratados de comercio y amistad con varias naciones europeas.

Sin embargo, hubo algunas excepciones en la política exterior de la Segunda República. Por ejemplo, en 1849, Francia intervino en la República Romana para ayudar a restaurar al Papa Pío IX en el poder, en un intento de preservar la influencia católica en Italia. Esta intervención militar mostró el intento de Francia de influir y proteger sus intereses en el contexto de la Europa en rápida transformación.

Después del golpe de Estado de Louis-Napoléon Bonaparte en 1851 y el establecimiento del Segundo Imperio en 1852, la política exterior de Francia experimentó un cambio significativo. Napoleón III, quien gobernó como Emperador hasta 1870, adoptó una política más intervencionista conocida como ‘Napoleón III como policía del mundo’.

Bajo el Segundo Imperio, Francia buscó aumentar su influencia internacional a través de la expansión territorial y la promoción de su modelo político. Esta política se llevó a cabo a través de la participación militar en el extranjero. Por ejemplo, Francia intervino en el conflicto de Crimea contra Rusia y ocupó México durante la Segunda Intervención Francesa, estableciendo el efímero Segundo Imperio mexicano.

La política exterior del Segundo Imperio también se caracterizó por la búsqueda de alianzas y diplomacia con otras potencias europeas. Napoleón III buscó establecer alianzas con el Reino Unido y otros Estados europeos para contrarrestar la creciente influencia de Prusia en la región. Estas políticas de diplomacia y alianzas tenían como objetivo principal mantener el equilibrio de poder en Europa y proteger los intereses franceses.

En resumen, la Segunda República y el Segundo Imperio francés tuvieron diferentes enfoques de política exterior. Mientras que la Segunda República se centró en consolidar el poder interno y mantener una política pacífica, el Segundo Imperio buscó aumentar la influencia y poderío de Francia a través de intervenciones militares y diplomacia internacional.

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