La Guerra de los Cien Años fue un conflicto que tuvo lugar entre los años 1337 y 1453, y que involucró a Francia e Inglaterra. A continuación, se desarrollan las causas y etapas de este conflicto.
Causas:
1. Disputa por el trono de Francia: Tras la muerte del último Capeto sin heredero directo, se generó una lucha por la sucesión al trono francés. Tanto Felipe de Valois como Eduardo III de Inglaterra tenían reclamaciones legítimas al trono, lo que desató la disputa.
2. Intereses económicos y territoriales: La posesión de los territorios de Gascuña, en manos inglesas pero de tradición occitana, y Flandes, una importante región comercial, creó descontento y rivalidad entre ambos países.
3. Rivalidad dinástica: Tanto Francia como Inglaterra estaban regidas por dinastías diferentes y ambas buscaban ampliar su poderío y prestigio a costa de la otra.
Etapas:
1. Etapa inicial (1337-1360): Fue marcada por una serie de enfrentamientos y escaramuzas militares. La Batalla de Crécy en 1346 fue una de las victorias inglesas más significativas, gracias a la implementación de arqueros de larga distancia.
2. Etapa de los Tratados de Paz (1360-1415): Tras una serie de derrotas, Francia se vio obligada a ceder territorios significativos a Inglaterra mediante el Tratado de Brétigny (1360). Sin embargo, la guerra se reanudó posteriormente en 1369 por una falta de cumplimiento de las cláusulas de dicho tratado.
3. Etapa de la resistencia francesa (1415-1429): La etapa más destacada de la guerra fue liderada por Juana de Arco, quien se convirtió en un símbolo de la resistencia francesa. Su liderazgo permitió importantes victorias para Francia, como la liberación de Orleans.
4. Etapa final (1429-1453): Fue una etapa de declive para Inglaterra, y se caracterizó por importantes batallas como la de Castillon en 1453, que puso fin a la guerra. Francia recuperó la mayor parte de sus territorios y consolidó su unidad.
En conclusión, la Guerra de los Cien Años tuvo como causas principales la disputa por el trono de Francia, los intereses económicos y territoriales, y la rivalidad dinástica. Sus etapas se dividieron en enfrentamientos iniciales, tratados de paz, resistencia francesa y la etapa final que culminó con la recuperación de territorios por parte de Francia.
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