Durante el periodo Nara en Japón (710-794), hubo un gran auge en la literatura y el arte. Fue una época de importante florecimiento cultural que se reflejó tanto en la literatura, como en la arquitectura y las artes visuales.
Una de las características más notables de la literatura de la época fue la creación de la primera obra literaria japonesa conocida como el Man’yōshū. Esta obra estaba escrita en caracteres chinos e incluía más de 4,500 poemas que abarcaban una amplia variedad de temas, desde el amor y la naturaleza hasta la poesía religiosa.
En cuanto a la arquitectura, se construyeron grandes templos budistas durante esta época, como el Todai-ji y el Horyu-ji. Estos edificios no solo constituían lugares sagrados para los japoneses, sino que también eran monumentos importantes de la arquitectura de la época.
En el ámbito artístico, se destacó la creación de la técnica de escultura en madera ‘yosegi zaiku’. Esta técnica es conocida por la creación de formas geométricas a partir de piezas de madera de diferentes colores. También se desarrolló la pintura en seda, que consistía en la creación de ilustraciones de estilo realista en seda con tinta.
A lo largo del periodo Nara, Japón experimentó un auge cultural importante en el que se fusionaron elementos de la cultura china con la cultura japonesa propia. Se crearon nuevas formas literarias, arquitectónicas y artísticas que marcaron la pauta para muchas de las creaciones posteriores en la historia de Japón.
En resumen, el periodo Nara en Japón fue una época de gran efervescencia cultural en la que se destacaron la creación literaria del Man’yōshū, la construcción de nuevos templos budistas y la creación de nuevas técnicas de arte en madera y en seda. Todo esto dejó una profunda huella en la cultura japonesa que perduró hasta el presente.
Profundizando sobre el punto 3.4. Literatura y arte en el período Nara
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