43.2 Telégrafo, teléfono y redes eléctricas
1. El telégrafo eléctrico
El telégrafo eléctrico representa el primer sistema de comunicación instantánea a larga distancia, convirtiéndose en la base de las comunicaciones modernas. Aunque existieron antecedentes ópticos (como el telégrafo de semáforos de Claude Chappe en Francia —1792—), fue la aplicación de la corriente eléctrica la que revolucionó las comunicaciones en el siglo XIX.
A mediados de la década de 1830, los inventores británicos William F. Cooke y Charles Wheatstone desarrollaron un sistema de aguja giratoria en Londres (1837). En Estados Unidos, simultáneamente, Samuel F. B. Morse perfeccionó el código que lleva su nombre y el diseño de un registrador electromagnético. El 24 de mayo de 1844 entró en funcionamiento la primera línea telegráfica entre Washington y Baltimore, que transmitió el famoso mensaje “What hath God wrought” (“¿Qué ha hecho Dios?”).
A partir de entonces, la red telegráfica creció rápidamente:
- 1845: Morse patenta oficialmente su aparataje en Estados Unidos.
- 1851: En España se instala la primera línea Madrid–San Sebastián.
- 1858: Primer cable telegráfico trasatlántico (funcionó apenas tres semanas).
- 1866: Cable telegráfico permanente entre Europa y América del Norte.
El telégrafo se convirtió en una herramienta esencial para el ferrocarril, la prensa y la diplomacia. Durante la Guerra de Secesión de EE. UU. (1861–1865) y la Guerra Franco-Prusiana (1870–1871), el telégrafo fue decisivo para la transmisión de órdenes y noticias militares, así como para la publicación de informaciones en tiempo casi real.
2. El teléfono y su evolución
A finales de la década de 1870 se inició la era de la voz a distancia. El 7 de marzo de 1876 Alexander Graham Bell obtuvo la patente del teléfono en Estados Unidos (US Patent No. 174.465), tras haber demostrado que las vibraciones sonoras podían convertirse en variaciones de corriente eléctrica y luego reconvertirse en sonido. El día 10 de marzo de 1876 realizó la primera llamada a su asistente Thomas Watson, pronunicando las palabras: “Mr. Watson, come here, I want to see you.”
El invento de Bell no estuvo exento de disputas. El estadounidense Elisha Gray reclamó haber presentado un diseño similar el mismo día, mientras que el alemán Philipp Reis había construido ya en 1861 un “teléfono” rudimentario. Sin embargo, fue Bell quien pudo financiar y escalar comercialmente la tecnología.
A partir de 1877 se fundó la Bell Telephone Company, y en 1878 se abrió en New Haven (Connecticut) la primera central telefónica automática manejada por operadoras. Hacia 1880 ya existían más de 50.000 teléfonos en Estados Unidos. El crecimiento internacional siguió de la mano de filiales y licencias:
- 1881: Primera línea telefónica en España (Madrid–Aranjuez).
- 1888: Se funda la International Bell Telephone Company en Londres.
- 1891: Se inaugura la primera central automática en Berlín.
Tecnológicamente, durante las décadas siguientes se mejoraron:
- Los micrófonos de carbón (inventados por Thomas Edison en 1877) que aumentaron la sensibilidad.
- Los relés de conmutación para interconectar llamadas de larga distancia.
- El desarrollo del amplificador electrónico tras el descubrimiento del tubo de vacío por Lee de Forest (1906).
- Las líneas submarinas de gran capacidad en la posguerra.
El teléfono transformó radicalmente la economía y la sociedad: desde el servicio ciudadano de emergencias hasta las conferencias internacionales. Durante el siglo XX, el teléfono se convirtió en un electrodoméstico indispensable, hasta la proliferación de la telefonía móvil en las últimas décadas.
3. Desarrollo de las redes eléctricas
La explotación comercial de la electricidad tiene dos vertientes principales: la iluminación y el transporte de energía para usos industriales y domésticos. Thomas Alva Edison fundó en 1882 la primera central eléctrica de corriente continua (DC) en Pearl Street, Nueva York, suministrando 110 V a 59 clientes para iluminar bombillas de filamento de carbón. Edison apostó por la DC, que permitía un suministro estable pero presentaba grandes pérdidas en largas distancias.
Paralelamente, Nikola Tesla defendía la corriente alterna (AC) por su capacidad de transformarse en diferentes voltajes mediante transformadores, minimizando las pérdidas en líneas de alta tensión. George Westinghouse, tras comprar varias patentes de Tesla en 1888, impulsó la construcción de plantas de AC. La primera gran central AC se inauguró en 1895 en Lauffen am Neckar (Alemania), conectando la central hidroeléctrica de 175 kW en la presa de Kocher con Stuttgart, a 175 km de distancia.
La “Guerra de las corrientes” (1890–1895) supuso un intenso debate público sobre la seguridad de ambos sistemas. Edison organizó demostraciones públicas de electrocutación de animales con AC para evidenciar su supuesta peligrosidad, mientras que Westinghouse y Tesla destacaron las ventajas de la transmisión a gran escala. Finalmente, la AC se impuso por su rentabilidad y versatilidad.
3.1 Expansión de las redes de distribución
A partir de 1900, las ciudades europeas y norteamericanas experimentaron un rápido despliegue de redes de distribución con subestaciones de transformación y líneas de transmisión en alta tensión (desde 10 kV hasta 230 kV y más). Algunas fechas y ejemplos clave:
1889 | Madrid inaugura la primera instalación de AC (220 V). |
1893 | Exposición Mundial de Chicago: toda la iluminación se realizó en AC a 4 kV. |
1907 | Establecimiento de la IEEE (Institute of Electrical and Electronics Engineers). |
1927 | Primera línea de 110 kV entre Washington y Nueva York. |
1935 | Creación de la Rural Electrification Administration (REA) en EE. UU., para llevar electricidad a áreas rurales. |
En Europa, tras la Primera Guerra Mundial surgieron compañías nacionales como EDF en Francia (1946) y Enel en Italia (1962), que consolidaron redes unificadas. En España, el Instituto Nacional de Industria (INI) promovió Endesa en 1944 y Red Eléctrica de España (REE) en 1985 para coordinar la operación del sistema.
3.2 Impacto tecnológico y social
El suministro eléctrico estable permitió el desarrollo de electrodomésticos (lavadoras, refrigeradores, radiadores), la expansión del transporte (tranvías, metro electrificado, ferrocarriles de catenaria) y la automatización industrial con motores y control electrónico. Durante el llamado “boom eléctrico” de las décadas de 1950 y 1960, la demanda creció de forma exponencial, propiciando:
- Plantas de energía nuclear (desde 1954, Enrico Fermi, EE. UU.).
- Empleo de combustibles fósiles en centrales térmicas de carbón y gas.
- Interconexiones internacionales (Supergrid en Europa, PJM en EE. UU.).
- Investigación en energías renovables: hidroeléctrica, solar y eólica.
Hacia finales del siglo XX y principios del XXI, la red eléctrica se ha transformado en una “red inteligente” (smart grid), integrando tecnologías digitales de monitorización, gestión de la demanda y generación distribuida (paneles solares, baterías domésticas, vehículos eléctricos). Estos avances buscan:
- Reducir pérdidas y costes de transporte.
- Mejorar la calidad del servicio y la resiliencia ante averías.
- Facilitar la integración de fuentes renovables y la descarbonización.
- Empoderar al consumidor para gestionar su propio consumo.
4. Convergencia entre comunicación y energía
A lo largo del siglo XX, la convergencia tecnológica entre las telecomunicaciones y las redes eléctricas ha sido creciente:
- Las líneas de alta tensión también han servido de soportes para la fibra óptica de comunicaciones.
- Sistemas SCADA (Supervisory Control and Data Acquisition) permiten controlar remotamente las plantas eléctricas y líneas.
- Redes móviles 4G y 5G requieren estaciones base con suministro eléctrico fiable y sistemas de respaldo.
- Internet de las Cosas (IoT) y contador inteligente (smart meter) se nutren de la infraestructura eléctrica para el envío de datos y telemedidas.
En la actualidad, la historia del telégrafo, el teléfono y las redes eléctricas demuestra la sinergia entre la ciencia, la ingeniería y la sociedad. Desde las primeras chispas telegráficas hasta las complejas redes de datos y energía del siglo XXI, estas tecnologías han marcado el ritmo de la globalización, la industrialización y el progreso humano.
Profundizando sobre el punto 43.2 Telégrafo, teléfono y redes eléctricas
Libros recomendados para ampliar conocimiento sobre este tema:
Libros recomendados sobre telégrafo, teléfono y redes eléctricas
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The Victorian Internet: The Remarkable Story of the Telegraph and the Nineteenth Centurys On-Line Pioneers
Tom Standage, Penguin, 1998. Enlace: https://www.penguinrandomhouse.com/books/33454/the-victorian-internet-by-tom-standage/
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The Electric Telegraph: A Social and Economic History
Herbert F. Ziegler, Holmes Meier, 1982. Enlace: https://www.amazon.com/Electric-Telegraph-Economic-History-1837-1896/dp/0415283581/
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America Calling: A Social History of the Telephone to 1940
Claude S. Fischer, University of California Press, 1992. Enlace: https://www.ucpress.edu/book/9780520202177/america-calling
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Networks of Power: Electrification in Western Society, 1880–1930
Thomas P. Hughes, Johns Hopkins University Press, 1983. Enlace: https://jhupbooks.press.jhu.edu/title/networks-power
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Empires of Light: Edison, Tesla, Westinghouse, and the Race to Electrify the World
Jill Jonnes, Simon Schuster, 2003. Enlace: https://www.simonandschuster.com/books/Empires-of-Light/Jill-Jonnes/9780684857116
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