48.1 Talleres, artesanos y saber hacer
Desde las primeras civilizaciones hasta la Revolución Industrial y más allá, los talleres y los artesanos han desempeñado un papel fundamental en la transmisión y el desarrollo del saber hacer técnico y científico. Antes de la existencia de las universidades modernas y los laboratorios oficiales, la práctica del oficio constituía el principal motor de innovación. En cada etapa histórica, el trabajo manual se acompañó de saberes teóricos —aunque a menudo no sistematizados— que se difundían mediante la enseñanza directa del maestro al aprendiz. A continuación se expone un recorrido histórico que ilustra la evolución de los talleres, las redes de artesanos y su contribución decisiva al avance de la ciencia y la tecnología.
1. Talleres en la Antigüedad (3000 a. C. – siglo V d. C.)
En Mesopotamia y Egipto, ya en el tercer milenio antes de Cristo, existían complejas redes de talleres organizados alrededor de la producción textil, cerámica, metalúrgica y arquitectónica. En la ciudad de Ur (ca. 2600 a. C.), los artesanos de bronce fundían herramientas y armas siguiendo recetas empíricas transmitidas de generación en generación. Estos mismos artesanos construían instrumentos de precisión para topografía y astronomía, como el merkhet egipcio, utilizado para medir la hora y la posición de las estrellas.
En la Antigua Grecia, en el siglo III a. C., figuras como Arquímedes (287–212 a. C.) combinaron la práctica del taller con el razonamiento matemático. En su taller de Siracusa, Arquímedes diseñó palancas, tornos y catapultas inventó también máquinas hidráulicas como el tornillo sin fin que lleva su nombre. Su obra Sobre las palancas demuestra cómo la experiencia práctica alimentaba teorías de la mecánica.
Ejemplos notables en la Antigüedad
- Mesopotamia (2500 a. C.): desarrollo de hornos multicámara para cerámica de alta resistencia.
- Egipto (1500 a. C.): construcción de obeliscos y templos basados en precisión geométrica.
- Grecia helenística (ca. 230 a. C.): taller de Arquímedes en Siracusa.
- Roma (siglo I d. C.): escuelas de mecánica en talleres de ingeniería militar.
2. La transmisión del oficio en la Edad Media (siglos V – XV)
Con la caída del Imperio Romano, la fragmentación política y social provocó la descentralización de la formación técnica. Sin embargo, nació el modelo gremial en el Occidente cristiano: los oficios se agruparon en gremios y cofradías, regulando la calidad, los precios y el acceso al aprendizaje. Un joven aspirante debía pasar por las etapas de aprendiz, oficial y finalmente maestro, un proceso que duraba entre 5 y 10 años.
En la península ibérica y en otros reinos europeos, los talleres de herreros, carpinteros, canteros y vidrieros construían catedrales góticas (siglos XII–XIV). La precisión en la talla de la piedra y la carpintería de arbotantes requería conocimientos de estática y resistencia de materiales, basados en la experiencia acumulada. Los monjes benedictinos, por su lado, copiaban manuscritos y perfeccionaban técnicas de tinta y pergamino en sus scriptoria.
Innovaciones de la Edad Media
- Inventario de astrolabios en Toledo (siglo XI), con traducciones de textos árabes.
- Molinos de agua y de viento en Inglaterra (siglo XII), con engranajes de madera.
- Vidrieras de la catedral de Chartres (siglos XII–XIII): combinación de química del vidrio y arte pictórico.
3. Talleres renacentistas y transferencia del conocimiento (siglos XV – XVI)
La llegada de la imprenta alrededor de 1440, obra de Johannes Gutenberg en Maguncia, revolucionó la difusión del saber. Los talleres tipográficos permitieron la circulación de tratados técnicos, manuales de carpintería, albañilería y astronomía. Un ejemplo paradigmático es el De re metallica de Georgius Agricola (1556), un tratado sobre minería y metalurgia que recopiló conocimientos prácticos de las vetustas tabernas de mineros europeos.
En Italia, los talleres de artistas como Leonardo da Vinci (1452–1519) en Florencia y Milán funcionaban como laboratorios multidisciplinares. Leonardo combinaba anatomía, hidráulica, óptica y mecánica, documentando más de 5.000 esquemas en sus cuadernos. Sus ingenios (puentes giratorios, máquinas voladoras, sistemas de poleas) fueron prototipos de invención que solo se fabricaron de forma rudimentaria por limitaciones tecnológicas de la época.
Casos destacados del Renacimiento
- Botteghe florentinas (siglo XV): producción de metales preciosos y obras de orfebrería.
- Murano, Venecia (siglo XVI): perfeccionamiento del vidrio soplado y la producción de espejos.
- Laboratorio alquímico de Philippus Aureolus Theophrastus Bombastus von Hohenheim (Paracelso) en Basilea (1520–1530).
4. Talleres científicos y casa de manufacturas en la Edad Moderna (siglos XVII – XVIII)
Durante el siglo XVII aparecieron los primeros laboratorios vinculados a instituciones científicas. En 1660 se fundó la Royal Society de Londres, donde Robert Boyle (1627–1691) experimentó con la bala de cañón en su Marshalsea Lane Laboratory. Boyle, considerado padre de la química moderna, introdujo el método experimental sistemático, aunque la ejecución seguía a cargo de asistentes y artesanos especializados en vidriería y destilación.
Al mismo tiempo, en Francia, la Académie des Sciences (fundada en 1666) contó con talleres de instrumentación astronómica. Christiaan Huygens (1629–1695) colaboró con el fabricante de relojes Isaac Thuret para perfeccionar el péndulo en 1657, lo que permitió construir cronómetros con precisión de segundos diarios, pieza esencial para la navegación y la determinación de la longitud en el mar.
Aspectos relevantes de la Edad Moderna
- Pascal y su máquina aritmética (1642): colaboró con su hermana Gilberte y con el herrero Rouxel en la confección mecánica.
- John Smeaton (1724–1792): “padre de la ingeniería civil”, fundó un taller en Leeds donde experimentó con cementos hidráulicos.
- Laboratorios de la Manufactura de Porcelana de Meissen (1710): coordinación entre químicos y alfareros para imitar el caolín chino.
5. Transición a la producción industrial: talleres a fábricas (siglo XIX)
La Revolución Industrial supuso la transformación de los talleres artesanales en fábricas mecanizadas. Sin embargo, en la primera mitad del siglo XIX persistieron talleres de pequeño y mediano tamaño donde se ensamblaban máquinas de vapor, telar mecánico o locomotoras. En 1765 James Watt perfeccionó el modelo de motor estacionario en el taller de Matthew Boulton en Birmingham (Boulton Watt), integrando conocimientos de termodinámica práctica con habilidades de calderería.
Paralelamente, el desarrollo de la óptica instrumentó la proliferación de talleres de microscopía en Londres y París. Joseph Jackson Lister (1786–1869) diseñó objetivos acromáticos en 1830, mejorando la resolución del microscopio. Estas innovaciones dependían de pulimentadores de lentes expertos y de matemáticos que calculaban las curvaturas correctas para reducir aberraciones.
Elementos decisivos en el siglo XIX
- Imprenta tipográfica automática de Friedrich Koenig (1810–1814) en la fábrica de Johann Gutenberg de Berlín.
- Telégrafo eléctrico de Samuel Morse (1837): colaboración entre electricistas y mecánicos de precisión.
- Cotton mills de Manchester (1840): talleres de hilado y tejido con control de calidad por ingenieros mecánicos.
6. El saber hacer en el mundo contemporáneo (siglo XX – XXI)
En el siglo XX, las industrias química, eléctrica y electrónica integraron cada vez más la división del trabajo. Aun así, subsisten talleres de investigación y desarrollo donde el prototipado rápido y la experimentación manual facilitan la creación de patentes. Por ejemplo, los primeros prototipos de transistores en 1947 en los laboratorios Bell (Estados Unidos) requirieron de técnicos hábiles en la manipulación de semiconductores y la soldadura de filamentos de germanio.
En la actualidad, los makerspaces y hackerspaces recuperan la tradición del taller artesanal. Impresoras 3D, cortadoras láser y estaciones de soldadura conviven con conocimientos de programación y electrónica. Esta sinergia de saberes manuales y digitales evoca los antiguos talleres renacentistas, adaptados a la era de la información.
Retos y perspectivas
- Protección del conocimiento tradicional frente a la globalización industrial.
- Fomento de la formación dual (teórica y práctica) en oficios vinculados a la electrónica y la robótica.
- Integración de metodologías ágiles en la transferencia de tecnología desde el laboratorio a la pequeña y mediana empresa.
Conclusión
El estudio de los talleres y los artesanos revela que el progreso científico y tecnológico ha estado íntimamente ligado al dominio de técnicas manuales y al saber hacer acumulado comunitariamente. Desde las fundiciones de bronce mesopotámicas hasta los laboratorios de microfabricación contemporáneos, el taller ha sido mucho más que un lugar de producción: ha sido un espacio de innovación, de diálogo entre la práctica y la teoría, y de transmisión intergeneracional de conocimientos. Comprender esta dimensión histórica permite valorar la importancia de mantener viva la tradición artesanal en un mundo cada vez más automatizado y digitalizado.
Profundizando sobre el punto 48.1 Talleres, artesanos y saber hacer
Libros recomendados para ampliar conocimiento sobre este tema:
Libros recomendados sobre Talleres, artesanos y saber hacer en la historia de la ciencia
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Pamela H. Smith – The Body of the Artisan: Art and Experience in the Scientific Revolution
Chicago University Press, 2004. Explora cómo los artesanos y sus talleres contribuyeron a la formación de métodos y conocimientos científicos en la Europa moderna temprana.
Disponible en: https://press.uchicago.edu/ucp/books/book/chicago/B/bo3685421.html
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Pamela H. Smith – Arts of Knowledge: Past, Present, and Future
University of North Carolina Press, 2014. Ensayos que analizan la relevancia de las técnicas artesanales y los saberes prácticos en la construcción del conocimiento científico.
Disponible en: https://uncpress.org/book/9781469636430/arts-of-knowledge/
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Paula Findlen (ed.) – Early Modern Things: Objects and Their Histories, 1500–1800
Routledge, 2013. Estudio colectivo sobre cómo los objetos producidos en talleres artesanales influyeron en el desarrollo de la ciencia y la cultura material.
Disponible en: https://www.routledge.com/Early-Modern-Things-Objects-and-Their-Histories-1500-1800/Findlen-Fletcher-Jones/p/book/9780415614045
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Pamela H. Smith Paula Findlen – Merchants Marvels: Commerce, Science, and Art in Early Modern Europe
Routledge, 2002. Se examina la intersección entre comerciantes, artesanos y científicos, y cómo esa red de saberes dio lugar a innovaciones técnicas.
Disponible en: https://www.routledge.com/Merchants-and-Marvels-Commerce-Science-and-Art-in-Early-Modern-Europe/Smith-Findlen/p/book/9780415209638
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Henry Petroski – The Evolution of Useful Things
Vintage Books, 1993. Reflexión histórica y técnica sobre el diseño y la fabricación de objetos cotidianos, destacando el papel del oficio y la innovación artesanal.
Disponible en: https://www.vintagebooks.com/evolution-of-useful-things
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Donald Mackenzie (ed.) – Knowing Machines: Essays on Technical Change
MIT Press, 1990. Recopilación de ensayos sobre la historia de la tecnología y el saber hacer técnico, con atención a los talleres y los artesanos como agentes de cambio.
Disponible en: https://mitpress.mit.edu/9780262023129/knowing-machines/
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