46. Ciencia y movilidad
Introducción
La historia de la ciencia se entrelaza de forma inseparable con la movilidad: el desplazamiento de personas, ideas, instrumentos y datos ha sido el motor principal de la circulación del conocimiento. Desde las primeras expediciones de astrónomos y geógrafos en la Antigüedad hasta las redes de investigación virtuales del siglo XXI, la ciencia ha dependido de una constante interacción global. Este fenómeno de “ciencia en movimiento” incluye viajes de académicos, intercambio de manuscritos, traslados de instrumentos, conferencias internacionales, e incluso la migración forzada de científicos en situaciones de guerra o persecución. A continuación se analiza este proceso a lo largo de los principales períodos históricos, con ejemplos, datos, fechas y sucesos clave.
La movilidad en la ciencia antigua y medieval
Los orígenes de la ciencia en la Antigüedad se sitúan en centros culturales interconectados. En el siglo III a. C., Eratóstenes (276–194 a. C.) calculó la circunferencia de la Tierra combinando observaciones realizadas en Alejandría y en Siena (actual Assuán). Este método requirió la colaboración de asistentes móviles que viajaron casi 800 km, y el intercambio de datos astronómicos y geográficos.
En la Edad Media, la Ruta de la Seda y las rutas de peregrinación fueron vías de transmisión de textos matemáticos, astronómicos y médicos. El trabajo de traducción de la Escuela de Traductores de Toledo (siglos XII–XIII) implicó la circulación de manuscritos árabes e hispanos hacia el resto de Europa. Ibn Battuta (1304–1369) cubrió más de 120.000 km en sus viajes, y llevó consigo conocimientos geográficos e información sobre la navegación islámica hacia el Magreb y la India.
Renacimiento y expansión europea
Con el Renacimiento y la invención de la imprenta (Gutenberg, 1440), la movilidad del conocimiento aumentó exponencialmente. En el siglo XV, Nicolás Copérnico (1473–1543) desarrolló la teoría heliocéntrica tras estudiar manuscritos griegos y arábigos que llegaron a Italia a través de comerciantes y eruditos. Regiomontanus (Johannes Müller, 1436–1476) fundó un observatorio en Nördlingen (Alemania) después de formarse en Bolonia y Padua.
A mediados del siglo XVI, Tycho Brahe (1546–1601) emprendió viajes por Europa para recopilar observaciones precisas y fundó su propio observatorio en la isla de Hven (Dinamarca), que acogió a científicos de Suecia, Inglaterra y Polonia. La circulación de instrumentos ópticos, como los primeros astrolabios y telescopios, fue crucial para los avances de Galileo Galilei (1564–1642) en Pisa y Venecia.
Ilustración y redes científicas (siglos XVII–XVIII)
Durante la Ilustración, surgieron las primeras sociedades científicas y academias, centros de intercambio de correspondencia y de viajeros. En 1660 se fundó la Royal Society de Londres en 1666 le siguió la Academia de Ciencias de París. Estos foros impulsaron la movilidad de académicos: Christiaan Huygens (1629–1695) viajó a París para presentar sus descubrimientos, y Edmond Halley (1656–1742) se trasladó a San Helena (1700–1701) para estudiar el campo magnético terrestre.
Entre 1722 y 1727, el astrónomo francés Nicolas Louis de Lacaille viajó al Cabo de Buena Esperanza, cartografió más de 10.000 estrellas del hemisferio sur y estableció la primera red de observatorios científicos en Sudáfrica. Estos viajes sentaron las bases para la astronomía moderna y demostraron la necesidad de estaciones fijas y móviles.
El siglo XIX: exploraciones y grandes viajeros
El siglo XIX fue una época de grandes expediciones científicas impulsadas por potencias coloniales y estados-nación. Alexander von Humboldt (1769–1859) recorrió América Latina entre 1799 y 1804, cubriendo más de 10.000 km por tierra y mar. Su obra Kosmos (1845–1862) sintetizó observaciones geográficas, botánicas y climáticas, y estableció el paradigma de la investigación multidisciplinar y móvil.
Charles Darwin (1809–1882) viajó a bordo del HMS Beagle (1831–1836) y visitó Brasil, las islas Galápagos, Australia y Sudáfrica. Sus notas de campo, anotadas durante 5 años de viaje, dieron origen a El origen de las especies (1859). Mientras tanto, se construían canales (Suez en 1869, Panamá en 1914) y se extendía la red de ferrocarriles, acortando tiempos de desplazamiento y facilitando la instalación de observatorios y laboratorios en territorios remotos.
Tabla: Científicos viajeros del siglo XIX
Nombre | Fechas del viaje | Destino | Impacto |
Alexander von Humboldt | 1799–1804 | América Latina | Fundó la geografía moderna y la ecología. |
Charles Darwin | 1831–1836 | Islas Galápagos, Sudamérica | Teoría de la evolución por selección natural. |
Mary Kingsley | 1893–1895 | África Occidental | Estudios etnográficos y biológicos en Guinea. |
Siglo XX: movilidad masiva y grandes proyectos internacionales
El desarrollo de la aviación en la Primera Guerra Mundial y la expansión de líneas comerciales tras 1918 aceleraron la movilidad científica. Entre 1911 y 1927 se celebraron las conferencias de Solvay en Bruselas, reunidas por Ernest Solvay, que congregaron a Marie Curie, Albert Einstein, Niels Bohr y Max Planck para debatir física cuántica y relatividad.
La Segunda Guerra Mundial desencadenó una diáspora de científicos europeos. Albert Einstein, Enrico Fermi y Leo Szilard emigraron a Estados Unidos, donde participaron en el Proyecto Manhattan (1942–1946). Tras la guerra, la Guerra Fría motivó la creación de organizaciones como la UNESCO (1945) y el CERN (1954), que generaron redes de movilidad académica y colaboraciones transnacionales.
- 1957: Fundación de la Unión Internacional de Astronomía (IAU).
- 1960: Conferencia de Brookhaven sobre física de partículas.
- 1971: Primer congreso mundial de biología molecular en Moscú.
Siglo XXI: globalización, movilidad digital y virtual
En el siglo XXI, la movilidad científica se combina con la virtualidad. Proyectos como la Human Genome Project (1990–2003) o el Large Hadron Collider (LHC) del CERN (2008) implican miles de investigadores y centros en más de 100 países. El intercambio de datos a través de redes de alta velocidad (Internet2, GÉANT) y la videoconferencia han reducido la dependencia de los viajes físicos, aunque las estancias de investigación (postdoctorados, estancias sabáticas) siguen siendo esenciales.
A enero de 2020, según la UNESCO, había 6,2 millones de estudiantes internacionales en educación superior, un 30% más que en 2010. La European Research Area (ERA) y el programa Horizonte 2020 han impulsado la movilidad temporal de 1,4 millones de investigadores. Al mismo tiempo, surgen plataformas de “ciencia ciudadana” que permiten la participación remota desde cualquier parte del mundo.
Conclusiones
La historia de “ciencia y movilidad” muestra cómo el conocimiento científico se construye a través de desplazamientos de personas, instrumentos e ideas. Desde Eratóstenes y la Ruta de la Seda, pasando por Humboldt y Darwin, hasta los conferencistas de Solvay y los científicos del CERN, cada época ha contado con mecanismos específicos de circulación. Hoy, la movilidad física se complementa con la digital, permitiendo colaboraciones globales en tiempo real. Comprender estas dinámicas es esencial para diseñar políticas que faciliten el intercambio de talento, la transferencia de tecnología y el desarrollo de soluciones científicas a desafíos globales.
Profundizando sobre el punto 46. Ciencia y movilidad
Libros recomendados para ampliar conocimiento sobre este tema:
Libros recomendados sobre Ciencia y movilidad (Historia universal de la ciencia, tema 46)
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Science on the Move: Studying the Circulation of Scientific Knowledge in the Nineteenth and Twentieth Centuries, eds. Simone Turchetti y Peder Anker (2011).
Contribuciones sobre redes de comunicación, transporte de especímenes y expatriación de investigadores.
Más información -
European Networks in Eighteenth-Century Science, Charlotte Bigg (2013).
Análisis de correspondencias y viajes de científicos en la Ilustración, con estudios de caso en astronomía y medicina.
Más información -
La ciencia viajera: Circulación y transferencia de saberes en la era premoderna, Isabel Capeloa Gil y Ruth Cubas (eds.) (2007).
Ensayos sobre itinerarios de manuscritos, instrumentos y prácticas experimentales entre Europa y América.
Más información -
Science Across Europe’s Borders: Building Networks and Pools of Knowledge, 1550–1900, Peter R. Anstey y Gianna Pomata (eds.) (2011).
Perspectivas históricas sobre academias, sociedades científicas y movilidad de investigadores en la Edad Moderna y Contemporánea.
Más información -
Kosmos: A Sketch of a Physical Description of the Universe, Alexander von Humboldt (1845-1862).
Clásico del viaje científico: descripción geográfica, botánica y antropológica unida a la experiencia de la movilidad transatlántica.
Más información -
Mobility in History: International Perspectives on Movement, edited by Peter Clark y Christopher O’Grada (2006).
Serie de estudios comparativos que abordan migraciones, desplazamientos de científicos y circulación de tecnologías.
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The Circulation of Knowledge between Britain, India and China, 1760–1870, edited by Ping-chen Hsiung, Robert Bickers y Dan Van der Vat (2000).
Explora rutas coloniales, diplomáticas y misionales como vectores de intercambio científico.
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