4.3 Medicina hipocrática y galénica: teoría de humores
La medicina hipocrática y la medicina galénica conforman dos de los pilares fundamentales de la tradición médica occidental. Desde la Grecia clásica hasta la conformación del pensamiento renacentista y más allá, la teoría de los humores se mantuvo vigente durante casi dos milenios. A continuación se desarrolla de manera extensa el origen, la evolución, los fundamentos y los ejemplos prácticos de esta concepción fisiopatológica que dominó gran parte de la historia de la ciencia médica.
1. Contexto histórico y orígenes de la medicina hipocrática
La medicina hipocrática nace en el siglo V a.C., en la isla de Cos (Grecia), donde floreció la escuela hipocrática. Hippocrates (aprox. 460-370 a.C.) es considerado el padre de la medicina racional, pues defendió la idea de que las enfermedades no provienen de castigos divinos sino de desequilibrios naturales del cuerpo.
En este período, se redactó el Corpus Hippocraticum, un conjunto de más de sesenta tratados médicos atribuidos en parte a Hippocrates y sus discípulos. Obras como el Aire, aguas y lugares o el Tratado de las heridas de cabeza sentaron las bases de la observación clínica y de un enfoque holístico del enfermo.
2. Fundamentos de la teoría de los cuatro humores
La teoría humoral, aunque recibe su formulación clásica con los hipocráticos, se consolida posteriormente con Galeno. Se basa en los siguientes principios:
- El cuerpo humano contiene cuatro fluidos o humores: sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra.
- Cada humor se asocia con dos cualidades elementales: caliente/frío y húmedo/seco.
- El equilibrio de los humores determina la salud su desequilibrio, la enfermedad.
- Los humores están vinculados a los cuatro elementos clásicos de la filosofía griega: aire (sangre), agua (flema), fuego (bile amarilla) y tierra (bile negra).
- Existen cuatro temperamentos humoralmente definidos: sanguíneo, flemático, colérico y melancólico.
2.1 Descripción de los cuatro humores
Humor | Elemento | Cualidades | Temperamento |
Sangre | Aire | Caliente y húmedo | Sanguíneo (optimista, activo) |
Flema | Agua | Frío y húmedo | Flemático (calmado, pasivo) |
Bilis amarilla | Fuego | Caliente y seco | Colérico (irritable, enérgico) |
Bilis negra | Tierra | Frío y seco | Melancólico (reflexivo, triste) |
2.2 El desequilibrio y su relación con la enfermedad
Para los hipocráticos, la patología no era más que un exceso o defecto de uno de los humores. Por ejemplo:
- Hidropesía (edema generalizado): exceso de flema.
- Ictericia: predominio de bilis amarilla.
- Depresión o melancolía: abundancia de bilis negra.
- Fiebre: exceso de sangre, considerada caliente y húmeda.
El diagnóstico se basaba en la observación de síntomas externos, la palpación del pulso, la inspección de las heces y de la orina. Cada evaluación pretendía determinar el humor dominante y guiar el tratamiento correspondiente.
3. Prácticas terapéuticas en la medicina hipocrática
Los métodos para restablecer el equilibrio humoral se agrupan en cuatro grandes categorías:
- Regimen: dieta, ejercicio y reposo. El famoso regimen de Hipócrates proponía ajustar la alimentación según la constitución del paciente, la estación del año y el clima local.
- Flebotomías y sangrías: extracción de sangre para disminuir el exceso sanguíneo. Se realizaban con lancetas y sanguijuelas.
- Purgantes y eméticos: evacuación de bilis y flema a través del vómito o la diarrea.
- Cataplasmas y vendajes: aplicaciones tópicas con plantas y sustancias locales para calentar, enfriar, humedecer o secar regiones específicas del cuerpo.
Un ejemplo concreto es la dieta de plátanos y uvas prescrita para pacientes con predominio de bilis negra según el tratado Sobre la dieta del Corpus Hipocraticum (c. 430 a.C.). En este caso, se recomendaba la fruta jugosa y fresca para contrarrestar la sequedad y el frío melancólico.
4. Galeno y la sistematización de la teoría humoral
Aulus Cornelius Galenus (129-216 d.C.), conocido como Galeno de Pérgamo, perfeccionó la medicina hipocrática y la incorporó a la medicina romana. Su prolífica obra, con más de 450 tratados, ejerció enorme influencia hasta bien entrado el Renacimiento.
4.1 Aportes fundamentales de Galeno
- Integración de la anatomía y la fisiología: Galeno realizó disecciones en animales (principalmente monos y cerdos) para derivar principios aplicables al ser humano.
- Expansión de la teoría de los humores: insistió en la función metabólica del hígado como fuente principal de la sangre y en la reparación tisular a cargo del “pneuma” vital transportado por los nervios.
- Organización didáctica: dividió la medicina en teoría o fisiología médica y práctica o tratamiento, ordenando el conocimiento de forma sistemática.
- Sistemática de las virtudes: amplió las cualidades (caliente, frío, húmedo y seco) explicando cómo intervienen en la coagulación de la sangre y la función de los órganos.
En el De temperamentis, Galeno expone minuciosamente la relación entre temperamentos y constitución física, influyendo en la personalidad y predisposición a ciertas enfermedades. Por ejemplo, asociaba el temperamento colérico con inflamaciones agudas y fiebres altas.
4.2 Casos prácticos en la obra de Galeno
Un caso famoso narrado por Galeno (c. 177 d.C.) es el de un gladiador herido en la pierna, cuyas venas fracturadas drenó mediante sangría cuidadosa y después aplicó cataplasmas calientes con hierbas aromáticas para detener el sangrado y promover la cicatrización. Esta técnica, documentada en De las heridas de los miembros, se convirtió en manual de referencia para cirujanos medievales.
Otro ejemplo es el tratamiento de la epilepsia. Galeno creía que el exceso de flema podía subir al cerebro y provocar convulsiones. Su receta combinaba dietas ligeras, baños calientes y fármacos herbales como la valeriana y el opio, intentando “secar” la flema y “calentar” el cerebro.
5. Influencia y pervivencia de la medicina humoral
Tras la caída del Imperio Romano, la medicina galénica se preservó en centros islámicos. En el siglo VIII d.C., Avicena (980-1037) tradujo y comentó a Galeno, integrando la teoría de los humores en su obra El canon de medicina. En la Europa medieval, los monasterios copiaron manuscritos hipocráticos y galénicos, que se convirtieron en texto obligado en las escuelas de Salerno (Italia) y Montpellier (Francia).
Entre los siglos XIII y XVI, la imprenta permitió una difusión masiva de las obras clásicas. El Corpus Hippocraticum y los tratados de Galeno se editaron en latín y en lenguas vernáculas, llegando hasta el Quattrocento renacentista.
Sin embargo, en el siglo XVII, las investigaciones de William Harvey (1578-1657), con su descubrimiento de la circulación sanguínea (publicada en 1628 en Exercitatio Anatomica de Motu Cordis) comenzaron a cuestionar el origen hepático de la sangre propuesto por Galeno, iniciando el ocaso de la teoría humoral clásica.
6. Legado y críticas posteriores
Aunque la teoría de los humores fue desplazada por el modelo mecanicista y celular entre los siglos XVII y XIX, su legado no desapareció por completo:
- Concepto holístico del paciente: la medicina contemporánea reconoce la importancia de la dieta, el estilo de vida y el entorno en la salud.
- Observación clínica y registros sistemáticos: la práctica hipocrática de observar con detalle antes de intervenir sigue siendo principio básico.
- Influencia en la psicología de los temperamentos: la clasificación de personalidades guarda relación con los estudios modernos de tipología de la conducta.
No obstante, la crítica principal se centra en su falta de soporte empírico y en la imposibilidad de medir los humores como entidades físicas. A partir del siglo XIX, con el desarrollo de la microscopía y la química médica, la medicina reemplazó los humores por conceptos de microorganismos, órganos y sistemas fisiológicos, inaugurando la medicina moderna.
7. Conclusiones
La medicina hipocrática y galénica, fundamentada en la teoría de los humores, representó durante siglos el paradigma dominante de la salud y la enfermedad. Su fuerza radicó en:
- Un modelo unificador y sistemático que integraba anatomía, fisiología y terapéutica.
- La observación clínica como método principal de diagnóstico.
- La categorización exhaustiva de temperamentos y cualidades, que influyó en múltiples disciplinas.
Aunque superada por las ciencias biomédicas modernas, la teoría de los humores dejó una impronta indeleble en la historia de la medicina: introdujo la idea de que el organismo funciona según leyes naturales, sentando las bases para el pensamiento científico y el desarrollo de métodos terapéuticos más refinados.
Profundizando sobre el punto 4.3 Medicina hipocrática y galénica: teoría de humores
Libros recomendados para ampliar conocimiento sobre este tema:
Libros recomendados sobre Medicina hipocrática y galénica: teoría de los humores
-
Historia Universal de la Ciencia. Vol. II: La ciencia en Grecia y Roma (ed. José María López Piñero, Revista de Occidente, 1996). Capítulos dedicados a la medicina hipocrática y galénica y al desarrollo de la teoría de los humores.
-
Hipócrates. Obras completas (trad. Miguel Gallego, Biblioteca Clásica Gredos, 1995). Recopilación de los tratados fundamentales de la escuela hipocrática.
-
Galen. Sobre las facultades naturales (trad. Eduardo González, Akal, 2001). Traducción y estudio del tratado central de Galeno sobre la fisiología humoral.
-
Manuel Díaz, La teoría de los humores en la antigüedad (Síntesis, 1998). Monografía sobre la evolución de la doctrina humorística desde Hipócrates hasta Galeno.
-
Richard Gordon, Galen and the World of Knowledge (Cambridge University Press, 2009). Análisis en inglés del contexto científico e intelectual de Galeno y su aportación a la teoría de los humores.
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