34.4 Ciencia para el desarrollo y cooperación

34.4 Ciencia para el desarrollo y cooperación

A lo largo del siglo XX y comienzos del XXI, la ciencia ha jugado un papel esencial en el desarrollo socioeconómico de las naciones y en la cooperación internacional. Desde los esfuerzos de recuperación tras la Segunda Guerra Mundial hasta las alianzas globales para afrontar el cambio climático, la comunidad científica ha actuado como motor de progreso y como puente de entendimiento entre pueblos. Esta sección examina las principales etapas, organismos, programas y ejemplos concretos que ilustran cómo la ciencia se ha orientado hacia el desarrollo sostenible y la solidaridad global.

I. Antecedentes históricos y organismos clave

Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945, surgió un consenso global sobre la necesidad de construir instituciones que promovieran la paz, la cooperación cultural y el desarrollo científico. Se crearon organizaciones multilaterales con mandatos específicos:

  • UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), fundada en 1945, impulsó programas de alfabetización, intercambio de investigadores y protección del patrimonio científico.
  • Consejo Internacional de Uniones Científicas (ICSU), reorganizado en 1946, articuló foros para la investigación en física, química y biología, evitando las barreras ideológicas de la Guerra Fría.
  • Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo, creados en 1944 y 1959 respectivamente, financiaron proyectos de infraestructura científico-técnica en países en desarrollo.
  • OMS (Organización Mundial de la Salud), establecida en 1948, coordinó campañas mundiales de erradicación de enfermedades infecciosas.

II. Ciencia para el desarrollo rural

Una de las primeras aplicaciones de la ciencia al desarrollo fue en el sector agrario. En la década de 1960, la Revolución Verde transformó los cultivos en Asia y América Latina gracias al desarrollo de variedades de alto rendimiento, fertilizantes químicos y técnicas de irrigación. Datos clave:

Año Región Impacto estimado
1963 India Duplicación de la producción de trigo en 5 años
1965 Pakistán Incremento del 50% en rendimientos de arroz
1970 México Variedades mejoradas de maíz exportadas a 20 países

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), fundado en 1965, incorporó la transferencia de tecnología agrícola como uno de sus pilares, financiando proyectos de capacitación de agricultores y centros de investigación regional.

III. Salud pública global

La cooperación científica en salud ha sido decisiva para aumentar la esperanza de vida y controlar epidemias. Algunos hitos:

  1. Campaña de erradicación de la viruela (1967-1980): coordinada por la OMS y apoyada por donaciones de gobiernos y fundaciones privadas, consiguió erradicar la viruela en 1980, tras administrar más de 500 millones de vacunas en todo el mundo.
  2. Desarrollo de la vacuna Salk contra la poliomielitis (1955): tras la patente donada a la Universidad de Pittsburgh, se distribuyó gratuitamente en más de 100 países, reduciendo los casos de polio de 350 000 (1988) a menos de 1000 (2000).
  3. Programa Global contra el Sida (2000-presente): el Fondo Mundial para la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, creado en 2002, moviliza recursos y coordina investigaciones sobre antirretrovirales, con más de 25 millones de personas bajo tratamiento a finales de 2020.

IV. Grandes proyectos científicos colaborativos

La complejidad de algunas fronteras científicas ha exigido colaboraciones masivas y multinacionales:

  • Proyecto del Genoma Humano (1990–2003): participaron más de 20 centros de investigación en Estados Unidos, Reino Unido, Japón y Francia. En 2001 se publicó el primer borrador, y en 2003 se completó la secuenciación de los aproximadamente 3 200 millones de pares de bases.
  • CERN y el LHC (1998–presente): el Gran Colisionador de Hadrones, inaugurado en 2008, agrupa a más de 10 000 científicos de 100 nacionalidades. El descubrimiento del bosón de Higgs en 2012 confirmó el modelo estándar de la física de partículas.
  • Telescopio Espacial Hubble (1990–presente): resultado de la cooperación entre la NASA y la ESA, ha revolucionado la astronomía con imágenes de galaxias lejanas y permitió medir la constante de Hubble con precisión.

V. Ciencia y cooperación en el ámbito ambiental

La crisis climática forzó la creación de plataformas internacionales:

  1. Protocolo de Montreal (1987): tras estudios sobre los agujeros de la capa de ozono liderados por el científicos F. Sherwood Rowland y Mario Molina, ratificado en 1987 y en vigor desde 1989, logró la eliminación gradual de los CFC, disminuyendo el agujero antártico en un 20% para 2016.
  2. IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático), creado en 1988 por la OMS y el PNUMA, publica informes periódicos (AR1 en 1990, AR6 en 2021) que orientan las políticas de mitigación a nivel global.
  3. Convenio sobre la Diversidad Biológica (1992): suscrito durante la Cumbre de la Tierra (Río de Janeiro), promueve la investigación conjunta en conservación genética y el reparto de beneficios de la bioprospección.

VI. Ciencia y desarrollo tecnológico en el siglo XXI

Con la globalización y la digitalización, han emergido nuevas dinámicas de cooperación:

  • Banda ancha y telecomunicaciones rurales: iniciativas como Internet para Todos de la UNESCO y la UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones) buscan conectar en 2030 a más de 1 000 millones de personas en zonas remotas, mejorando el acceso a la educación y la telemedicina.
  • Big Data y salud global: la plataforma Global Health Data Exchange (GHDx) del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME, 2011) recopila estadísticas de 195 países, permitiendo modelizar epidemias como la COVID-19 (2020–2022).
  • Iniciativas de energía limpia: programas multilaterales como Misión Innovación (2015) agrupan a 24 países y la Unión Europea para doblar la financiación de I D en energías renovables, con compromisos de elevarla de 20 000 a 40 000 millones de dólares anuales entre 2015 y 2023.

VII. Educación científica y transferencia de conocimiento

El fortalecimiento de las capacidades locales es esencial para un desarrollo sostenible. Las becas, los programas de intercambio y las redes de investigación han crecido exponencialmente:

  • Programa Fulbright (1946–presente): más de 400 000 académicos de 160 países han participado, creando redes de colaboración que impulsan proyectos conjuntos en universidades de todo el mundo.
  • COPECSALUD: desde 2007, facilita la formación de profesionales de la salud de América Latina y el Caribe en centros de excelencia, entrenando a más de 5 000 especialistas en epidemiología y gestión hospitalaria.
  • Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT), establecida en 2000 bajo el auspicio de la OEI, coordina estadísticas nacionales y promueve políticas basadas en evidencia, con informes bianuales de situación.

VIII. Retos y perspectivas futuras

A pesar de los logros, persisten desafíos:

  1. Brecha Norte-Sur en investigación: en 2020, el 80% de los artículos indexados en Web of Science procedían de países de altos ingresos, frente al 5% de África subsahariana.
  2. Financiamiento insuficiente: la inversión media en I D global se situó en 1,7% del PIB en 2021, lejos del 3% recomendado por la UNESCO para fomentar la innovación.
  3. Cooperación en contingencias: la pandemia de COVID-19 evidenció la vulnerabilidad de las cadenas de suministro de reactivos y vacunas, aunque también resaltó la eficacia de plataformas como COVAX (2020), que distribuyó 1 800 millones de dosis a 144 países en 2021–2022.

Para afrontar estos retos, la comunidad internacional propone acelerar la Agenda 2030 de la ONU, especialmente el Objetivo de Desarrollo Sostenible 9 (Industria, Innovación e Infraestructura) y el 17 (Alianzas para lograr los Objetivos). La colaboración público-privada, la ética en la innovación y la equidad en el acceso al conocimiento son pilares indispensables.

Conclusión

La historia de la ciencia para el desarrollo y la cooperación es una crónica de intercambios, descubrimientos y compromisos globales. Desde la recuperación de la posguerra hasta la actual carrera por la neutralidad climática, la ciencia se ha consolidado como instrumento de progreso y de construcción de paz. Los ejemplos citados demuestran que la investigación y la solidaridad pueden converger para mejorar la calidad de vida de millones de personas y para preservar nuestro planeta. El futuro exige intensificar estas alianzas, reducir desigualdades y garantizar que el conocimiento fluya libremente entre naciones y generaciones.

Profundizando sobre el punto 34.4 Ciencia para el desarrollo y cooperación

Libros recomendados para ampliar conocimiento sobre este tema:

Libros recomendados sobre Ciencia para el desarrollo y cooperación

Título Autor Editorial / Año

Ciencia para el desarrollo: Perspectivas y experiencias

UNESCO UNESCO / 2010

Cooperación internacional en ciencia y tecnología

Mario Sabio Alianza Editorial / 2015

Science and Technology for Development

Gordon R. Conway Zed Books / 1985

Cooperación científica internacional: Retos y perspectivas

Rafael Bengoa CincaEdit / 2018

Ciencia, sociedad y desarrollo: De la investigación a la cooperación

María I. Fernández Ediciones Complutense / 2021

Science Diplomacy en América Latina: Historia y prácticas

Kathryn Sturm Editorial Praxis / 2020

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