32.3 Darwinismo y debates teológicos
La teoría de la evolución por selección natural propuesta por Charles Darwin y Alfred Russel Wallace a mediados del siglo XIX desató una apasionada confrontación con los fundamentos teológicos tradicionales. Desde la publicación de El origen de las especies en 1859 hasta los debates públicos y las reacciones institucionales de diversas confesiones, el darwinismo puso en jaque la interpretación literal de las Escrituras y reavivó la discusión sobre la relación entre ciencia y religión. A continuación exploramos los antecedentes, las reacciones iniciales, los conflictos más emblemáticos y las consecuencias a largo plazo en el ámbito científico y espiritual.
Contexto histórico y antecedentes
A comienzos del siglo XIX, la mayoría de las interpretaciones teológicas de la creación descansaban en el relato bíblico de Génesis y en la argumentación naturalista de William Paley. En 1802 Paley publicó Natural Theology, donde defendía el «argumento del diseño»: así como un reloj indica la existencia de un relojero, la complejidad de los seres vivos sugería un Creador inteligente. Simultáneamente, Jean-Baptiste Lamarck, en 1809, introdujo la idea de la transformidad de las especies por herencia de caracteres adquiridos, aunque carecía de un mecanismo convincente. El viaje de Darwin en el HMS Beagle (1831–1836) y sus estudios posteriores le llevaron a concebir un proceso de adaptación basado en variación y selección, alejado del diseño intencional.
La publicación de “El origen de las especies” (1859)
El 24 de noviembre de 1859 Darwin presentó al mundo la quintaesencia de su investigación en On the Origin of Species. Esa obra contenía datos botánicos, geológicos y paleontológicos que ilustraban la divergencia de las formas de vida a partir de ancestros comunes. En el prefacio de la primera edición, Darwin reconoció haber postergado la publicación por temor a la controversia. La carta de junio de 1860 que envió a su amigo Asa Gray en EE.UU. expresaba: “No quise escribir de manera atea, pues siento profunda veneración por todas las manifestaciones de lo divino”.
Reacciones teológicas inmediatas
- 1859–1860: Ensayos críticos en revistas literarias británicas y norteamericanas. Muchos señalaban la contradicción directa con el relato bíblico de la creación en seis días.
- Robert Chambers y Vestiges of the Natural History of Creation (1844): aunque anterior al libro de Darwin, preparó el terreno para el conflicto. La reacción de líderes religiosos acusó el texto de socavar la moralidad.
- Luis Agassiz (Universidad de Harvard, 1863): rechazó el darwinismo defendiendo la creación fija de las especies.
Debates en el Reino Unido
La sociedad británica del siglo XIX mantenía estrechos vínculos entre la Iglesia de Inglaterra y las universidades de Oxford y Cambridge. La teoría darwiniana cuestionaba la interpretación literal de Génesis y el concepto de linaje humano especial.
Debate de Oxford (30 junio 1860)
En la reunión de la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia, celebrada ese día en la Universidad de Oxford, el biólogo Thomas H. Huxley —apodado “el bulldog de Darwin”— defendió públicamente la selección natural. Frente a él, el obispo Samuel Wilberforce ridiculizó la teoría, preguntándole si descendía de un simio por parte de su abuelo paterno o materno. Huxley respondió: “Prefiero descender de un simio que de un hombre ilustre que utiliza la razón para engañar”. El intercambio simbolizó la tensión entre ciencia emergente y ortodoxia religiosa.
Posición de la Iglesia de Inglaterra
Pese a la polémica, la jerarquía anglicana evitó una condena formal. Algunos clérigos, como John William Dawson, propusieron el enfoque de la «evolución teísta»: Dios actuaba a través de procesos naturales. En 1864, la publicación de Essays and Reviews por teólogos liberales abrió otro frente, argumentando que la crítica bíblica y la ciencia debían convivir.
Debates en Estados Unidos
En territorio norteamericano la recepción del darwinismo fue tanto científica como culturalmente conflictiva. El botánico Asa Gray —coetáneo de Darwin— adoptó una postura de evolución guiada por Dios. A partir de 1860, Gray colaboró con Darwin e impulsó la idea de la “evolución teísta” en Harvard y la Sociedad Filosófica Americana.
A finales del siglo XIX, la polémica se exacerbó con la popularización de lecturas literales de la Biblia en círculos protestantes. En 1907 se fundó la American Scientific Affiliation, buscando un diálogo entre fe evangélica y ciencia moderna. El mayor hito tuvo lugar en 1925 con el “Juicio de Scopes” en Dayton (Tennessee), donde el profesor John T. Scopes fue acusado de enseñar evolución. El fiscal William Jennings Bryan defendió el creacionismo bíblico, mientras que el abogado Clarence Darrow representó a Scopes. El juicio, cubierto profusamente en prensa, marcó un antes y un después en la separación entre ciencia y religión en EE.UU.
Posición de la Iglesia Católica
Durante la segunda mitad del siglo XIX, el Vaticano no se pronunció oficialmente contra Darwin. Varios teólogos y papas estudiaron en silencio las implicaciones de la evolución. La primera declaración formal llegó en 1950 con la encíclica Humani Generis de Pío XII, que admitió investigaciones sobre el origen de la humanidad siempre que se respetara la creación del alma por parte de Dios. En 1996, el papa Juan Pablo II, durante una intervención ante la Academia Pontificia de las Ciencias, reconoció la solidez científica de la evolución e instó a superar interpretaciones rígidas del Génesis.
Ejemplos de tensiones científicas y teológicas
- 1861 – Descubrimiento del fósil Archaeopteryx en Baviera: prueba de transición entre reptil y ave generó debates sobre la continuidad filogenética.
- 1863 – Publicación de Evidence as to Man’s Place in Nature de Huxley: defendió la descendencia humana de antepasados simiescos, provocando indignación clerical.
- 1871 – The Descent of Man de Darwin: argumentó la aplicación de la selección natural al origen humano, desatando críticas por su reivindicación de los instintos animales y la moralidad.
- 1925 – Juicio de Scopes: ejemplificó el choque entre creacionismo y enseñanza pública de la evolución.
- 1950 – Humani Generis: la Iglesia Católica matiza su postura e incorpora elementos evolutivos con límites teológicos.
Impacto en la ciencia y la teología moderna
El darwinismo transformó la biología en una disciplina teórica cohesionada, fundada en la idea de ascendencia común y procesos graduados de cambio. En el terreno de la teología, dio lugar a nuevas corrientes: el evolutionary creationism (creacionismo evolutivo), el theistic evolution (evolución teísta) y, más recientemente, perspectivas posliberales. Instituciones como la US National Academy of Sciences y la Royal Society defienden hoy la enseñanza de la evolución en las escuelas mientras reconocen la libertad de conciencia religiosa.
En el presente, el diálogo entre ciencia y religión aborda cuestiones de bioética, genética y teología natural a la luz de la teoría darwiniana. El Año Darwin 2009 —bicentenario de su nacimiento y 150º aniversario de El origen— incentivó congresos internacionales sobre ciencia y fe. Aunque persisten grupos fundamentalistas que rechazan la evolución, la mayoría de las confesiones cristianas ha alcanzado posiciones de convivencia y enriquecimiento mutuo, reconociendo que la teoría de la selección natural no niega el sentido de lo trascendente, sino que redefine la comprensión del papel divino en la historia de la vida.
Profundizando sobre el punto 32.3 Darwinismo y debates teológicos
Libros recomendados para ampliar conocimiento sobre este tema:
Libros recomendados sobre Darwinismo y debates teológicos (Temática 32.3)
Fundamentales del darwinismo
-
On the Origin of Species de Charles Darwin (1859).
Texto fundacional donde Darwin expone la teoría de la selección natural. -
The Darwinian Revolution de Michael Ruse (1979).
Análisis histórico y filosófico del impacto de las ideas de Darwin. -
Evolution: The History of an Idea de Peter J. Bowler (1983).
Panorama completo de la evolución biológica y sus controversias religiosas.
Debates teológicos y ciencia
-
Darwin’s Bridge: The Debate between Science and Religion de John Hedley Brooke (2000).
Estudio de la interacción entre la teoría evolutiva y el cristianismo. -
Religion and Natural Selection: Historical and Contemporary Issues editado por Robert J. Richards (2015).
Ensayos sobre la recepción religiosa de la selección natural. -
The Natural and the Supernatural World in the Writings of Charles Darwin de Dorothy F. Glick (1988).
Exploración de las implicaciones teológicas en los escritos de Darwin.
Historia universal de la ciencia
-
The Birth of Modern Science de Paolo Rossi (2001).
Incluye capítulos sobre la evolución y los debates religiosos posteriores a Darwin. -
The Cambridge History of Science, tomo 8: The Modern Biological and Earth Sciences (2003).
Sección dedicada al darwinismo y las reacciones teológicas. -
Science and Religion: A Historical Introduction de Gary B. Ferngren (2002).
Recorrido por los grandes hitos de la relación ciencia‐fe, con atención al darwinismo.
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