22.3 Centros y periferias: circulación del saber
La historia universal de la ciencia no puede entenderse sin rescatar la interacción constante entre centros productores de saber y periferias receptoras, adaptadoras o a su vez redistribuidoras de ese conocimiento. Desde la Antigüedad hasta la era contemporánea, las rutas terrestres y marítimas, los mecanismos institucionales de transmisión y las dinámicas de poder político y religioso configuraron un flujo complejo de ideas, técnicas y teorías. Este punto aborda los principales hitos de esa circulación, ilustrados con ejemplos, fechas y sucesos que muestran cómo el conocimiento se movilizó y transformó al recorrer espacios diversos.
1. Del legado helenístico a la periferia islámica (siglos III a.C. – VIII d.C.)
Tras la muerte de Alejandro Magno (323 a.C.), la Biblioteca de Alejandría y los centros investigadores del helenismo fueron el faro intelectual del Mediterráneo oriental. Sin embargo, con las crisis políticas y las invasiones bárbaras, gran parte de ese saber quedó en manos de sabios cristianos y, posteriormente, fue heredado por los califatos islámicos.
- Siglo III a.C. – IV d.C.: Funcionamiento de la Biblioteca de Alejandría y los Museos, donde se recopilaron obras de Euclides, Arquímedes y Galeno.
- VII–VIII d.C.: Conquista árabe de Egipto (642) y Siria (637), etapa en la que los manuscritos griegos fueron traducidos al siriaco y al árabe.
- 720–830: Fundación de la Bait al-Hikma en Bagdad (830), epicentro de traducciones de textos de Aristóteles, Plotino y Ptolomeo.
Fue en esa “Casa de la Sabiduría” donde el corpus científico clásico fue traducido por figuras como Al-Khwārizmī (c. 780–850), autor de Kitāb al-ĵabr wa-l-muqābala, y Al-Rāzī (854–925), pionero en la medicina experimental. Así surgió una periferia que se convirtió en centro alternativo.
2. La revalorización del saber en la Edad Media europea (siglos XI–XV)
Mientras Europa occidental vivía la baja Edad Media, el renacer del latín y las escuelas catedralicias desataron un proceso de redescubrimiento del legado griego e islámico. El principal escenario de dicha transmisión fue la Península Ibérica, cruce de culturas cristiana, judía y musulmana.
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Siglo XII – Toledo:
Tras la toma de Toledo en 1085, surge la Escuela de Traductores de Toledo (1125–1200). Figuras como Gerard de Cremona (1114–1187) tradujeron al latín más de 70 obras de astrónomos, médicos y filósofos árabes y griegos. -
Siglo XIII – Universidad de París:
Con la recepción de las traducciones, teólogos como Tomás de Aquino (1225–1274) incorporan la física aristotélica, generando debates escolásticos sobre naturaleza y metafísica. -
Siglo XIV – Impulso de las universidades:
Bolonia (1088), Oxford (1167) y Salamanca (1218) consolidan currículos de artes liberales donde la lógica, la aritmética y la geometría se convierten en materias obligatorias.
Este renacimiento científico, aunque periférico frente a la antigüedad clásica, forjó las bases de la escolástica y preparó el terreno para la Revolución Científica del siglo XVII.
3. De Gutenberg al modelo de centros atlánticos (siglos XV–XVII)
La invención de la imprenta por Johannes Gutenberg en 1450 marcó un antes y un después: facilitó la difusión masiva de libros científicos, mapas y tratados, reduciendo los costos de reproducción de manuscritos y acelerando la circulación del saber.
- 1450–1500: Primeras ediciones de obras de Euclides (Elementa, 1482) y Ptolomeo (Geographia, 1478).
- 1492: Descubrimiento de América nace una nueva periferia geográfica que proveerá datos botánicos, zoológicos y etnográficos.
- 1543: Publicación de De revolutionibus orbium coelestium de Nicolás Copérnico, signo del cambio de paradigma en Europa central.
- 1600–1687: Galileo Galilei, Francis Bacon y, finalmente, Isaac Newton (Philosophiæ Naturalis Principia Mathematica, 1687) consolidan a la Inglaterra y Europa septentrional como nuevos centros de investigación.
A la par, las rutas marítimas hacia las costas de Brasil, Perú, Filipinas e India se convirtieron en ejes de intercambio científico. El envío de especímenes de plantas como la quinina (Peru, siglo XVII) o la caoba (Brasil) ilustró la dependencia de los centros europeos de conocimientos extractivos provenientes de sus colonias.
4. Redes jesuíticas y circulación del saber en Asia (siglos XVI–XVIII)
En Asia oriental, la Compañía de Jesús desplegó una estrategia de intercambio científico y cultural. A partir de 1582, los misioneros jesuitas llegaron a China, Japón, Vietnam e India, llevando instrumentos de astronomía y relojería.
- 1582: Matteo Ricci (1552–1610) introduce el reloj mecánico en Pekín y traduce textos europeos de matemáticas (Euclides en chino, 1607).
- 1650–1700: Johann Adam Schall von Bell (1592–1666) y Ferdinand Verbiest (1623–1688) participan en la reforma del calendario chino (Calendario Chongzhen, 1644).
- Siglo XVIII: Fundación de observatorios astronómicos en Goa (India) y Macao intercambio de mapas y trazas cartográficas con la Casa de Contratación de Sevilla.
Estos misioneros, sin ser centros autónomos de generación de conocimiento, actuaron como nodos de enlace que conectaron la periferia asiática con el corazón de la Europa moderna.
5. Siglo XIX: imperialismo, academias nacionales y periféricas emergentes
La consolidación de los imperios coloniales en el siglo XIX transformó el mapa científico mundial. Surgieron academias nacionales, sociedades científicas y museos etnográficos en metrópolis y capitales coloniales.
- 1830: Fundación de la Société de Géographie de París envío de expediciones a África que recogen datos geográficos y biológicos.
- 1853–1870: Gran Expedición Botánica de la India miles de herbarios enviados a Kew Gardens (Londres).
- 1874: Creación de la Academia de Ciencias de México inicio de la sistematización de datos arqueológicos y paleontológicos de la periferia americana.
- 1887: Fundación del Museo Nacional de Historia Natural en Santiago de Chile, orientado a la investigación y difusión de la flora austral.
Así se estructuró un modelo jerárquico en el que las metrópolis europeas concentraban la producción de teorías científicas, mientras las periferias aportaban materias primas, colecciones biológicas y datos de campo. Sin embargo, esta periferia comenzó a reclamar autonomía con instituciones propias, reduciendo gradualmente la dependencia del centro.
6. S. XX y XXI: descentralización y redes globales
El último centenario ha presenciado un fenómeno de descentralización científica y una aceleración de la circulación de conocimiento gracias a:
- La creación de organismos internacionales: Organización Mundial de la Salud (OMS, 1948), Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 1946).
- El desarrollo de la comunicación electrónica: desde el telégrafo (s. XIX) hasta Internet (década de 1990).
- Programas de colaboración sur-sur: proyectos de energía solar en India (1975), cooperación biotecnológica entre Brasil y Sudáfrica (2000).
Emergen nuevos centros en Asia oriental (Tokio, Seúl, Singapur), América Latina (São Paulo, Buenos Aires), África (Pretoria, Nairobi) y Medio Oriente (Dubái, Tel Aviv). A la vez, las universidades en periferia crean alianzas con viejas potencias científicas mediante programas Erasmus , Fulbright y redes como SciELO y Redalyc, lo que reduce las barreras de publicación y facilita el acceso al conocimiento en tiempo real.
7. Conclusiones: dinámicas centro–periferia en la ciencia global
La circulación del saber a lo largo de la historia demuestra que:
- El modelo tradicional de un centro rígido y una periferia pasiva ha sido reemplazado por redes multisituadas donde cada nodo puede ser productor y receptor.
- Los momentos de crisis política o cambio tecnológico (invasiones, invención de la imprenta, digitalización) reconfiguran radicalmente los flujos de información.
- Las periferias, lejos de ser meras fuentes de recursos, contribuyen con datos, prácticas y saberes locales que generan innovaciones específicas (medicina tradicional, agricultura adaptada, energías limpias).
- La globalización digital y la ciencia abierta potencian una simetría en la cooperación, aunque persistan desigualdades de recursos y acceso.
Entender la historia de la ciencia como un tejido de centros y periferias en permanente interacción nos permite valorar la riqueza de la diversidad epistemológica y proyectar modelos más equitativos de colaboración global en el futuro.
Profundizando sobre el punto 22.3 Centros y periferias: circulación del saber
Libros recomendados para ampliar conocimiento sobre este tema:
Libros recomendados sobre la temática 22.3 Centros y periferias
Selección de obras clave para el estudio de la circulación del saber y las dinámicas centro-periferia en la historia de la ciencia.
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Putting Science in Its Place: Geographies of Scientific Knowledge
David N. Livingstone. University of Chicago Press, 2003. Analiza cómo las representaciones geográficas influyeron en la producción y circulación del conocimiento científico. Más info
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The Rise of Early Modern Science: Islam, China, and the West
Toby E. Huff. Cambridge University Press, 2003. Estudio comparado de los principales centros científicos de Europa, Asia e Islam. Más info
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Provincializing Europe: Postcolonial Thought and Historical Difference
Dipesh Chakrabarty. Princeton University Press, 2000. Reflexión teórica para descentrar la historia europea y valorar los aportes periféricos en la conformación del saber moderno. Más info
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Science Across Cultures: The History of Non-Western Science
R.F. Boorse, G.W. Rieger y L.M.K. Marshall (eds.). Kluwer Academic Publishers, 2000. Antología de estudios sobre tradiciones científicas no occidentales y sus conexiones con los centros hegemónicos. Más info
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The Scientific Revolution in National Context
Mikuláš Teich y Roy Porter (eds.). Cambridge University Press, 1992. Análisis de cómo distintas naciones construyeron y adaptaron los avances científicos del siglo XVII, y su repercusión periférica.
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Possessing Nature: Museums, Collecting, and Scientific Culture in Early Modern Italy
Paula Findlen. University of California Press, 1994. Explora el rol de las colecciones y los museos como puntos de encuentro entre centro y periferia en la circulación del saber natural.
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Science and Empire in the Atlantic World
James Delbourgo y Nicholas Dew (eds.). Routledge, 2008. Contribuciones sobre cómo la expansión imperial en América configuró nuevas redes de investigación y transferencia de conocimiento.
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Ciencia y periferias: Transferencia de conocimiento en Iberoamérica (1800-2000)
Susana Martínez-Echevarría. Ediciones del Laberinto, 2015. Estudio en español que examina casos de circulación científica entre España y sus antiguas colonias, y la construcción de saberes locales.
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