2.4 Domesticación, agricultura y saberes empíricos
La transición de sociedades cazadoras-recolectoras a sociedades agrarias marcó un antes y un después en la historia universal de la ciencia. Este proceso, iniciado hace aproximadamente 12 000 años, no solo transformó la economía y la estructura social, sino que sentó las bases de los saberes empíricos que sostenían la selección de especies, el manejo de suelos y el desarrollo de tecnologías rudimentarias. A continuación se presentan los principales hitos cronológicos, geográficos y conceptuales que ilustran la domesticación de plantas y animales, así como la emergencia de conocimientos empíricos vinculados a la agricultura.
Antecedentes y contexto: el final del Pleistoceno y los primeros experimentos
Al finalizar el Pleistoceno (hace alrededor de 11 700 años), los cambios climáticos condujeron a la expansión de zonas de praderas y bosques templados. En estos ecosistemas abundaban gramíneas silvestres como el Triticum monococcum (einkorn) y la cebada (Hordeum spontaneum), que proporcionaron recursos estables para grupos humanos en el Creciente Fértil. A partir de c. 10 000 a.C., comienzan a observarse evidencias arqueológicas de recolección intensiva, que posteriormente derivaron en cultivos primarios. La acumulación de granos en enterramientos y silos primitivos es una de las primeras señales de un conocimiento empírico sobre almacenamiento y manejo de semillas.
Orígenes de la agricultura en el Creciente Fértil (c. 10 000–8 000 a.C.)
En la franja que se extiende desde el Levante hasta el actual Irán, los yacimientos de Jericó (c. 9 000 a.C.) y de Göbekli Tepe (c. 9 500–8 000 a.C.) ofrecen restos de trigo einkorn y cebada domesticada. Los pobladores de Tell Abu Hureyra (Siria) pasaron de recolectar gramíneas a sembrarlas sistemáticamente, favoreciendo individuos con espigas más grandes y granos más fáciles de descascarillar. Este proceso de selección artificial empírica se basaba en la simple observación: conservar solo las espigas más productivas para la siguiente temporada.
Paralelamente, la domesticación de leguminosas como la lenteja (Lentil) y el guisante (Pisum sativum) introdujo prácticas de rotación de cultivos que mejoraban la fertilidad del suelo mediante la fijación de nitrógeno. Estas rotaciones, en las que se alternaban gramíneas y leguminosas, constituyeron los primeros protocolos agronómicos de la historia, transmitidos de generación en generación mediante observación directa y experimentación empírica.
Expansión y diversificación en Europa y África (c. 8 000–5 000 a.C.)
Desde el Creciente Fértil, las semillas de trigo y cebada se dispersaron hacia Europa mediterránea y Norte de África. En el valle del Nilo, hacia 7 000 a.C., se evidencian variedades locales de cebada y sorgo salvaje (Sorghum bicolor) que dieron origen a cultivos adaptados al clima árido. En el Neolítico Europeo (c. 6 500 a.C.), los agricultores del Cardial-Impressed Pottery introdujeron técnicas de barbecho estacional, dejando reposar la tierra un año antes de volver a cultivar. Este procedimiento, basado en la observación de la recuperación de la vegetación, incrementó el rendimiento promedio en un 20–30 %.
Agricultura en Asia: China, India y Sureste Asiático (c. 7 000–2 500 a.C.)
En el río Yangtsé, el arroz (Oryza sativa) fue domesticado hacia 7 000 a.C., mientras que en el Indo, el trigo y la cebada se combinaron con el cultivo de mijo y sorgo. En China del Norte (c. 5 000 a.C.), la soja (Glycine max) se convirtió en un cultivo fundamental para la rotación y la producción de proteínas vegetales. Los registros arqueológicos de Hemudu (c. 5 000–4 000 a.C.) muestran terrazas de cultivo y sistemas de acequias rudimentarias, precursoras de los ingeniosos sistemas hidráulicos que más tarde florecerían bajo las dinastías Zhou y Han.
Domesticación de animales: complementariedad ganadera
Junto a la agricultura, se desarrolló la domesticación de especies animales como cabras, ovejas, cerdos y vacas. En el Creciente Fértil (c. 9 000 a.C.) se capturaron ejemplares de cabra montés (Capra aegagrus) y oveja salvaje (Ovis orientalis), seleccionando los animales más dóciles y fértiles. El registro de Tell Mureybet (c. 8 700 a.C.) documenta huesos con señales de corte y fractura, evidenciando un manejo controlado de rebaños. La domesticación equina (c. 3 500 a.C. en las estepas de Eurasia) revolucionó el transporte y la guerra, mostrando cómo los saberes empíricos sobre cría y herraje evolucionaron hacia tecnología militar y logística.
Desarrollo de saberes empíricos: riego, fertilización y almacenamiento
Los primeros sistemas de riego datan de 6 000–5 000 a.C. en Mesopotamia, donde se excavaron canales y zanjas que desviaban agua del Tigris y Éufrates. La civilización sumeria perfeccionó la construcción de diques y presas rudimentarias, tal como se relata en tablillas de arcilla de Uruk (c. 3 400 a.C.). El conocimiento sobre la distribución de sedimentos aluviales y su riqueza en minerales se transmitía oralmente, sentando las bases de una hidrología práctica.
Respecto al almacenamiento, los silos subterráneos de Çatalhöyük (Anatolia, c. 6 000 a.C.) y los graneros elevados de Jericó permitían conservar los granos lejos de la humedad y las plagas. La construcción de estos depósitos debe gran parte de su eficacia a la experiencia acumulada de múltiples generaciones, anticipando principios de termodinámica y microbiología —aunque sin una formulación teórica— a través de la simple observación empírica de condiciones óptimas de temperatura y ventilación.
Innovaciones metalúrgicas y su vínculo con la agricultura
El advenimiento de la metalurgia del cobre (c. 5 000 a.C.) y del bronce (c. 3 300 a.C.) permitió la producción de hoces, cinceles y arados de metal, mejorando la eficiencia de las labores agrícolas. En Sumeria y Egipto se fabricaron arados de bronce con puntas intercambiables, reduciendo el esfuerzo humano y aumentando la profundidad de labranza. Estos adelantos tecnológicos se difundieron a través de rutas comerciales vinculadas a la exportación de cereales, creando una relación simbiótica entre innovación metalúrgica y productividad agrícola.
Impacto socio-cultural y científico de la revolución agraria
La consolidación de comunidades agrarias propició la estratificación social, el surgimiento de jerarquías y la especialización oficiosa. Los sacerdotes y administradores de grano desarrollaron los primeros sistemas de escritura cuneiforme (c. 3 200 a.C.) para llevar el control de inventarios y calendarios de siembra. En Mesopotamia, el calendario de 12 lunaciones, ajustado con meses intercalados, refleja una observación astronómica empírica ligada a las épocas de crecida y siembra.
Asimismo, la necesidad de predecir sequías, inundaciones y plagas impulsó la observación sistemática de fenómenos naturales. Los egipcios registraron anualmente la crecida del Nilo en la Estela de Palermo (c. 2 400 a.C.), base para su calendario civil de 365 días. Estos registros empíricos, aunque no científicos en sentido moderno, constituyeron la semilla de las disciplinas de meteorología, agronomía y botánica que florecerían milenios después.
Tabla 1. Cronología de cultivos y domesticación
| Especie | Región | Fecha aproximada | Ancestral silvestre |
| Trigo einkorn (Triticum monococcum) | Creciente Fértil | 10 000 a.C. | T. monococcum silvestre |
| Cebada (Hordeum vulgare) | Creciente Fértil | 9 000 a.C. | H. spontaneum |
| Arroz (Oryza sativa) | Río Yangtsé | 7 000 a.C. | O. rufipogon |
| Maíz (Zea mays) | Mesoamérica | 7 000–5 000 a.C. | Teosinte |
| Papa (Solanum tuberosum) | Andes | 4 000–3 000 a.C. | S. brevicaule |
Conclusiones
La domesticación de plantas y animales y el desarrollo de saberes empíricos asociados a la agricultura constituyen uno de los pilares de la historia universal de la ciencia. Sin un sistema académico formal, las sociedades neolíticas sentaron las bases de la observación sistemática, la experimentación rudimentaria y la transmisión intergeneracional de conocimientos. Mediante la selección artificial, la gestión de suelos, la ingeniería hidráulica primitiva y la creación de herramientas metálicas, se configuró un entramado de prácticas que permitió el surgimiento de ciudades, estados y civilizaciones complejas. Estos logros demuestran que la ciencia tiene raíces profundas en la experiencia cotidiana y en la necesidad humana de entender y transformar el medio ambiente.
Profundizando sobre el punto 2.4 Domesticación, agricultura y saberes empíricos
Libros recomendados para ampliar conocimiento sobre este tema:
Libros recomendados sobre la temática 2.4: Domesticación, agricultura y saberes empíricos
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Domestication of Plants in the Old World – Daniel Zohary, Maria Hopf y Ehud Weiss (4ª ed., 2012)
Referencia fundamental que analiza la génesis y dispersión de las plantas domesticadas en Eurasia mediante arqueobotánica, genética y etnobotánica.
Edición en español: Cambridge University Press
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The Emergence of Agriculture – Bruce D. Smith (2001)
Examen comparado de los orígenes de la agricultura en distintas regiones del mundo, integrando métodos cuantitativos, arqueológicos y experimentales.
Editorial: Smithsonian Institution Press
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Crops and Man – Jack R. Harlan (1971)
Análisis clásico del coevolución entre plantas domesticadas y sociedades humanas, con estudios de caso en América, África y Asia.
Reediciones posteriores en: Macmillan
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The Origins of Agriculture: An International Perspective – C. Wesley Cowan y Patty Jo Watson (eds.) (1992)
Compilación de trabajos de especialistas que abordan los inicios de la agricultura desde perspectivas arqueológicas, ambientales y teóricas.
Editorial: Smithsonian Institution Press
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Foraging and Farming: The Evolution of Plant Exploitation – D.R. Harris y G.C. Hillman (1996)
Discusión de la transición del forrajeo a la agricultura, con énfasis en la explotación de plantas y la formación de paisajes culturales.
Editorial: Routledge
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Sacred Ecology: Traditional Ecological Knowledge and Resource Management – Fikret Berkes (2ª ed., 2008)
Recoge investigaciones sobre saberes tradicionales y prácticas de uso sostenible de recursos, clave para comprender el manejo empírico del paisaje agrícola.
Editorial: Taylor Francis
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Guns, Germs, and Steel: The Fates of Human Societies – Jared Diamond (1997)
Aunque de alcance amplio, ofrece un marco teórico para entender cómo la domesticación de plantas y animales determinó el desarrollo de las civilizaciones.
Edición en español: Debate (planetadelibros.com)
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Saberes locales y biodiversidad agrícola – Leopoldo Martínez-Salazar (2015)
Estudio en lengua española sobre el conocimiento empírico de agricultores tradicionales, su diversidad genética y prácticas de selección vegetal.
Editorial: Universidad Autónoma de Chapingo

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