2.3 Calendarios tempranos y observación del cielo

2.3 Calendarios tempranos y observación del cielo

Desde los albores de la historia, los seres humanos volvieron la mirada al cielo para buscar patrones en los astros y regular el paso del tiempo. La secuencia de días, meses y estaciones era vital para la agricultura, la navegación y la vida religiosa. En esta sección se explorará cómo las principales civilizaciones antiguas desarrollaron calendarios basados en la observación astronómica, haciendo énfasis en sus métodos, logros, datos y fechas más relevantes.

1. Los orígenes de la observación astronómica

La necesidad de medir el tiempo y prever fenómenos naturales llevó a los primeros astrónomos a trazar líneas en cuevas, erigir megalitos y construir observatorios rudimentarios. Algunos hitos tempranos incluyen:

  • Cueva de Lascaux (c. 15.000 a.C.): representaciones de bisonte y signos lunares que podrían corresponder a fases de la Luna.
  • Göbekli Tepe (Turquía, 9600–9000 a.C.): pilares y alineaciones que apuntan al orto de determinadas estrellas, quizá Sirio o Aldebarán.
  • Stonehenge (Reino Unido, 3000–2000 a.C.): disposición de grandes piedras circulares alineadas con los solsticios de verano e invierno.

2. Calendario mesopotámico y el zodiaco babilónico

En Mesopotamia, la observación del cielo alcanzó un gran nivel de sofisticación entre sumerios, acadios y babilonios. Los registros cuneiformes del periodo Old Babylonian (c. 2000–1600 a.C.) revelan:

  • Uso de un calendario lunisolar con meses de 29 o 30 días, alternando para aproximarse al mes sinódico (29,53 días).
  • Inserción de meses intercalares (embolismales) cada 2 o 3 años para alinear el calendario lunar con el solar.
  • División de la eclíptica en 12 “signos” que dieron origen al zodiaco. Cada signo de 30°, asociado a constelaciones como Tauro, Géminis o Escorpio.

En la tablilla K. 8538 (c. 700 a.C.) se halla una lista de observaciones de la Luna y de Júpiter, anotando sus conjunciones y elongaciones para predecir eclipses y fenómenos celestes.

2.1 Datos clave del calendario mesopotámico

Año de referencia c. 2000–1600 a.C.
Tipo de calendario Lunisolar
Meses intercalares 7 cada ciclo de 19 años (ciclo metónico)
División zodiacal 12 signos de 30° cada uno

3. El calendario egipcio

En el antiguo Egipto, la regularidad de la crecida del río Nilo marcaba la pauta agrícola. Para controlarla se confeccionó un calendario solar de 365 días tan pronto como en el Imperio Antiguo (c. 2700 a.C.). Sus características principales:

  1. Tres estaciones de cuatro meses cada una:
    • Akhet (inundación),
    • Peret (germinación) y
    • Shemu (cosecha).
  2. Meses de 30 días, con 5 días epagómenos añadidos al final del año (mes extra).
  3. El año comenzaba con la heliaca de Sirio (Suzyt), la primera aparición de la estrella justo antes del amanecer, que coincidía con la inundación del Nilo (c. 19 de julio en el calendario juliano).

Los egipcios llevaron registros continuos en papiros como el Papiro de Carlsberg (c. 1130 a.C.) y el Papiro de la Dinastía XX (c. 1100 a.C.), donde aparecen tablas de estrellas y listas de festividades en función del calendario solar.

4. La astronomía en la China antigua

En China, la observación de cometas, eclipses y conjunciones formó parte del aparato estatal desde la dinastía Shang (c. 1600–1046 a.C.). Los cálculos calendáricos estaban bajo la responsabilidad de los astrónomos imperiales. Algunos logros:

  • Registro más antiguo de un eclipse solar: cronología de la dinastía Xia, alrededor de 2137 a.C. (mencionado en crónicas posteriores).
  • Calendario lunisolar basado en el movimiento de la Luna y los solsticios, con la división en 24 “periodos solares” (jieqi), aún vigente en el calendario tradicional.
  • Compilación de la obra Shiji (“Memorias históricas”) en el siglo I a.C., con tablas astronómicas y descripciones de supernovas y cometas.

Durante la dinastía Han (206 a.C.–220 d.C.), se perfeccionó el calendario Taichu (104 a.C.), que estableció un año de 365,2425 días, muy cercano al valor actual.

5. Observación del cielo en Mesoamérica

Las culturas mesoamericanas —entre ellas los olmecas, teotihuacanos y mayas— desplegaron un complejo sistema calendárico basado en ciclos solares, lunares y venusinos. Sus elementos sobresalientes:

  • Ciclo Tzolk’in (260 días): combinación de 13 números y 20 nombres de día.
  • Ciclo Haab (365 días): 18 meses de 20 días más 5 días “nefastos” (Wayeb’).
  • Cuenta Larga: sistema de conteo de días desde una fecha mítica (4 Ajaw 8 Kumk’u, equivalente al 11 de agosto de 3114 a.C. en el calendario gregoriano proleptico). Permite datar con precisión eventos históricos en estelas y monumentos.

Ejemplo destacado: en la ciudad Maya de Palenque, la inscripción de la Estela 1 (fecha Maya 9.10.11.17.0 = 15 de febrero de 702 d.C.) registra el reinado de K’inich Janaab’ Pakal y su ascenso al trono, con cálculos de eclipses solares y lunares asociados a ceremonias rituais.

5.1 Tabla comparativa de calendarios mesoamericanos

Sistema Duración Componentes Uso principal
Tzolk’in 260 días 13 números x 20 nombres Ceremonial y adivinación
Haab 365 días 18 meses de 20 5 epagómenos Agricultura y anualidades
Cuenta Larga ~5125 años (1 Baktún) 5 unidades de conteo (días, uinal, tun, katun, baktún) Fechado histórico

6. Otras culturas: India, Grecia y Roma

La astronomía y la elaboración de calendarios también prosperaron en el subcontinente indio y en el mundo clásico grecorromano:

  • India védica (c. 1500–500 a.C.): menciones de solsticios y equinoccios en los Vedas desarrollo del śloka para calcular eclipses.
  • Grecia clásica (s. V–II a.C.): Hiparco de Nicea (c. 190–120 a.C.) calculó la precesión de los equinoccios (aprox. 1° cada 72 años) y perfeccionó el calendario Metónico de 19 años.
  • Roma republicana e imperial: adopción del calendario romano lunisolar, reforma juliana en 46 a.C. por Julio César, que introdujo un año de 365,25 días (años bisiestos cada 4 años) y fijó el inicio del año en el 1 de enero.

La reforma juliana se mantuvo vigente durante más de 16 siglos hasta la implantación del calendario gregoriano en 1582, que ajustó el exceso de días bisiestos quitando 3 cada 400 años.

7. Legado y evolución posterior

La tradición de observación del cielo y los sofisticados calendarios antiguos sentaron las bases de la astronomía moderna. Entre sus aportaciones fundamentales destacan:

  • Reconocimiento de la periodicidad de los eclipses y desarrollo de métodos predictivos.
  • Concepto de año trópico (~365,2422 días) y el ciclo metónico (19 años ≈ 235 meses lunares).
  • División del cielo en constelaciones y grados, que evolucionó al sistema sexagesimal heredado de Mesopotamia.
  • Integración de la astronomía en la administración del Estado y la religión, reforzando el papel político y sagrado de los sacerdotes-astrónomos.

Estos calendarios tempranos muestran la intrínseca relación entre astronomía, cultura y poder. A través de ellos, las sociedades antiguas explicaron su entorno, orientaron sus actividades y construyeron cosmovisiones donde el firmamento era la medidora última del tiempo y la vida misma.

Profundizando sobre el punto 2.3 Calendarios tempranos y observación del cielo

Libros recomendados para ampliar conocimiento sobre este tema:

Libros recomendados sobre Calendarios tempranos y observación del cielo

  1. Calendars in Antiquity: Empires, States, and Societies

    Autor: Sacha Stern. Editorial: Oxford University Press, 2012.

    Enlace: https://global.oup.com/academic/product/calendars-in-antiquity-9780199602753

  2. Mapping Time: The Calendar and its History

    Autor: E. G. Richards. Editorial: Oxford University Press, 1998.

    Enlace: https://global.oup.com/academic/product/mapping-time-9780192880906

  3. Skywatchers, Shamans amp Kings: Astronomy and the Archaeology of Power

    Autor: Anthony F. Aveni. Editorial: Wiley, 2001.

    Enlace: https://www.wiley.com/en-us/Skywatchers, Shamans & Kings: Astronomy and the Archaeology of Power-p-9780471487231

  4. Handbook of Archaeoastronomy and Ethnoastronomy

    Editor: Clive L. N. Ruggles. Editorial: Springer, 2015.

    Enlace: https://www.springer.com/gp/book/9781461471528

  5. The Exact Sciences in Antiquity

    Autor: Otto Neugebauer. Editorial: Dover Publications, 1957.

    Enlace: https://store.doverpublications.com/0486612269.html

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