13.4 Estadística médica, demografía y hospitales
Antecedentes históricos
La relación entre la medicina y las cifras cuantitativas se remonta a la antigüedad, donde los médicos griegos y romanos ya tomaban nota de la mortalidad en sus escritos. Sin embargo, fue en el siglo XVII cuando emergió la estadística médica como disciplina autónoma, impulsada por la necesidad de controlar epidemias y describir fenómenos de salud pública mediante métodos cuantitativos. Este periodo marcó el inicio de la demografía como campo de estudio paralelo, pues evaluar la población y sus movimientos demográficos resultó clave para planificar acciones sanitarias.
Desarrollo de la estadística médica
La piedra angular de la estadística médica se suele situar en 1662 con la publicación de Natural and Political Observations Made upon the Bills of Mortality de John Graunt en Londres. Graunt analizó los registros semanales de defunciones (bills of mortality) y, por primera vez, aplicó técnicas de tabulación y tasas de mortalidad para diferentes causas:
- Registró cerca de 75.000 defunciones entre 1629 y 1661.
- Calculó tasas de mortalidad por peste, viruela y tuberculosis.
- Estimó la esperanza de vida al nacer en 35 años.
Estos resultados demostraron que, más allá de las anécdotas, era posible predecir riesgos sanitarios y planificar intervenciones. Graunt sentó las bases de la epidemiología cuantitativa, germen de la estadística médica moderna.
William Farr y el sistema de estadísticas vitales
En el siglo XIX, William Farr (1807–1883), pionero de la Oficina de Estadísticas de la Salud Pública en Inglaterra, perfeccionó el uso de registros civiles y certificaciones de defunción mediante:
- Clasificación sistemática de causas de muerte (1855), precursor de la CI-0 (Clasificación Internacional de Enfermedades).
- Calculo de tasas específicas por edad, sexo y ocupación.
- Asociación estadística entre condiciones socioeconómicas y tasas de mortalidad.
Farr introdujo la idea de tasas ajustadas para comparar poblaciones con estructuras demográficas diferentes.
Demografía: del carácter descripto a la ciencia predictiva
La demografía, como ciencia de las poblaciones, nació de la evolución de la estadística médica y la necesidad de estimar el crecimiento o decrecimiento poblacional. En 1798, Thomas Robert Malthus publicó su Ensayo sobre el principio de la población, donde advirtió sobre la presión de los recursos ante un crecimiento demográfico geométrico:
- Predijo que la población podría duplicarse cada 25 años si no medía su expansión.
- Introdujo el concepto de limitaciones ambientales y crisis cíclicas de hambruna.
En la década de 1830, el estadístico belga Adolphe Quetelet (1796–1874) fundó la “sociología matemática” y desarrolló el concepto de hombre promedio, aplicando la distribución normal para describir características fisiológicas (peso, altura) y sanitarias (fiebre, frecuencia cardíaca).
Instituciones y censos nacionales
El primer censo moderno en Francia (1801) y el de Estados Unidos (1790) se orientaron a conocer la población total, composición por sexo y grupos de edad. En España, el Instituto Geográfico y Estadístico (1856) inició la publicación de datos censales nacionales (1842, 1857, 1860). Estos censos aportaron:
- Distribución territorial de la población.
- Tasas de natalidad y mortalidad brutas.
- Movimientos migratorios internos y externos.
Interrelación entre estadística médica y demografía
La convergencia de ambas disciplinas permitió formular indicadores de salud poblacional:
- Tasa de mortalidad infantil (por cada 1.000 nacidos vivos).
- Tasa de fecundidad total (número promedio de hijos por mujer).
- Esperanza de vida al nacer y a diferentes edades.
Estos indicadores fueron esenciales durante las campañas de vacunación masiva (viruela, 1801–1840) y la lucha contra el cólera (1830–1860). Por ejemplo, en Hamburgo, tras la epidemia de cólera de 1892, se instaló un sistema municipal de registro de nacimientos y defunciones que permitió reducir la mortalidad infantil del 200 por mil (antes de 1892) a 150 por mil en 1900.
La estadística médica en la práctica clínica y hospitalaria
En paralelo, los hospitales se convirtieron en centros no solo de asistencia, sino de acumulación de datos. A mediados del siglo XIX, Florence Nightingale (1820–1910) revolucionó la estadística médica aplicada a la salud de los soldados británicos durante la Guerra de Crimea (1854–1856):
- Registró 16.000 muertes por enfermedades infecciosas frente a 4.000 por heridas de combate.
- Elaboró gráficos de áreas (las célebres “coxcombs”) para comunicar resultados a autoridades civiles y militares.
- Abogó por reformas hospitalarias: ventilación, saneamiento y registros clínicos sistemáticos.
Gracias a sus datos, redujo la mortalidad en el hospital de Scutari del 42% al 2% en seis meses.
Registro clínico y compilación de datos hospitalarios
A finales del siglo XIX y principios del XX, las grandes ciudades europeas y norteamericanas impulsaron:
- Creación de archivos de historias clínicas individuales.
- Clasificación médica estandarizada en servicios de anatomía patológica.
- Sistemas de notificación obligatorio de enfermedades transmisibles (1900, EE. UU. 1901, Alemania).
En 1913, la Fundación Rockefeller inauguró en Nueva York el Instituto de Salud Pública, donde se entrenaron epidemiólogos y se recopiló información de hospitales de todo el mundo para establecer “normas sanitarias internacionales”. Entre 1920 y 1930, la tasa de mortalidad infantil en Estados Unidos pasó de 100 por mil a 58 por mil, en gran parte por el uso sistemático de estas estadísticas.
Demografía moderna y proyecciones poblacionales
Tras la Segunda Guerra Mundial, las Naciones Unidas comenzaron a publicar anualmente el Boletín de Demografía Mundial (desde 1951). El avance de los métodos de muestreo y el uso de ordenadores permitió:
- Elaborar proyecciones a largo plazo (hasta 2050, 2100).
- Modelar transiciones demográficas: del régimen alto (altas natalidad y mortalidad) al régimen bajo.
- Analizar el impacto de la migración internacional, como el desplazamiento de 40 millones de refugiados tras la guerra.
En España, el Instituto Nacional de Estadística (INE) comienza, en 1960, a publicar tablas de vida nacionales: en 1960 la esperanza de vida al nacer era 67 años en 2020, 83 años.
Transformaciones hospitalarias en el siglo XX
El siglo XX asistió a una profunda reforma hospitalaria, sustentada en la evidencia estadística:
- Generalización de la atención pública. Reino Unido creó el National Health Service en 1948, con cobertura gratuita y registro centralizado de pacientes.
- Planes Modernos de Salud (OMS, 1958) que remitían a indicadores como tasa de camas por 1.000 habitantes (objetivo: 3–5 camas).
- Especialización y cirugía avanzada: en 1960 había 1.200 hospitales generales en EE. UU. y más de 4.500 pequeños dispensarios rurales en la India, todos bajo supervisión estadística.
Los datos hospitalarios demostraron que el índice de mortalidad quirúrgica pasó del 5% en 1920 al 1% en 1970, gracias a las mejoras en anestesia, técnicas de asepsia y cuidados intensivos.
Casos concretos de impacto estadístico
- Control de la poliomielitis: tras la vacuna Salk (1955), la incidencia en EE. UU. cayó de 35.000 casos anuales en 1953 a 5.600 en 1957.
- Erradicación de la viruela (1967–1980): la OMS coordinó la recolección de informes semanales de casos en 31 países endémicos, reduciendo la enfermedad a cero.
- Resistencia a antibióticos: desde 1970, el seguimiento de cepas de Staphylococcus aureus permitió identificar en 1976 el primer brote de SARM (Staphylococcus aureus resistente a meticilina).
Retos y perspectivas
En el siglo XXI, la estadística médica y la demografía se nutren de nuevas tecnologías:
- Big Data y sistemas de información hospitalaria interconectados.
- Inteligencia artificial para predecir brotes epidémicos (COVID-19: modelos en tiempo real desde enero de 2020).
- Indicadores de equidad y desigualdad sanitaria, como el Índice de Gini de salud, que mide disparidades en esperanza de vida interna.
No obstante, los desafíos persisten: asegurar la calidad de los datos en países en desarrollo, armonizar definiciones internacionales de enfermedad y proteger la privacidad individual. La historia universal de la ciencia demuestra que, desde Graunt hasta la actualidad, el poder transformador de la estadística médica y la demografía radica en su capacidad para traducir cifras en políticas de salud efectivas y en mejorar la vida de millones de personas.
Profundizando sobre el punto 13.4 Estadística médica, demografía y hospitales
Libros recomendados para ampliar conocimiento sobre este tema:
Bibliografía recomendada para la temática 13.4
Estadística médica
-
Cairns, J., amp Campbell, M. J. (2015). Estadística médica: métodos y aplicaciones.
Editorial Médica Panamericana. - Bland, M. (2015). Medical Statistics at a Glance. Wiley Blackwell.
-
Kirkwood, B. R., amp Sterne, J. A. C. (2010). Essential Medical Statistics.
Wiley-Blackwell. -
Chiara, T. (2012). Estadística y medicina en la ciencia moderna.
Fondo de Cultura Económica.
Demografía
-
Weeks, J. R. (2017). Population: An Introduction to Concepts and Issues.
Cengage Learning. - Livi-Bacci, M. (2012). Storia della popolazione mondiale. Mondadori Education.
- Bardet, J.-P. (2000). La demografía histórica. Alianza Editorial.
-
United Nations. (2019). World Population Prospects 2019.
(Disponible en https://population.un.org/wpp/)
Historia de los hospitales
-
Porter, R. (1997). The Greatest Benefit to Mankind: A Medical History of Humanity.
W. W. Norton amp Company. -
Davenport, W. H. (1990). Hospital: A Social and Architectural History.
Yale University Press. -
Oshinsky, D. M. (2005). Polio: An American Story. Oxford University Press.
(Capítulos sobre el desarrollo de hospitales y campañas sanitarias) - Roy, S. (2014). Public Health and Hospital Development. Routledge.
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